Medio ambiente
Los embalses han perdido un tercio de sus reservas en verano y están al 35%
El agua embalsada es menos de la mitad de la acumulada hace un año
Una continua resta es lo que viven los embalses de la cuenca del Duero, que llevan meses contemplando cómo sus reservas menguan y menguan. Habitual que en verano el volumen de agua embalsada disminuya debido a que las reservas que entran son escasas en la estación típicamente más seca y que es cuando más demanda existe del líquido elemento -sobre todo por los riegos de la agricultura, el gran consumidor-, la situación de este estío está resultando preocupante. Y es que comenzó con unos niveles ya de por sí bajos que no han hecho más que disminuir en todo este tiempo, hasta dejar actualmente las reservas por debajo del 35%.
Desde que arrancó la actual estación, los embalses que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) han visto menguar sus reservas en casi 550 hectómetros cúbicos, lo que supone haber «perdido» en algo más de mes y medio un 35,7% del líquido que almacenaban cuando arrancó la estación. Más de un tercio menos de agua en sus vasos, y aún con más de un mes de estío por delante.
Tan sólo tienen 990,7 hectómetros cúbicos de agua almacenada frente a los 1.540,6 que había al despedir una primavera que no fue especialmente generosa en precipitaciones, en buena parte «responsable» de la situación de escasez. Aunque no la única. El actual año hidrológico (que comenzó el 1 de octubre de 2016) entrará en la estadística de los más rácanos en agua caída del cielo. El otoño, que normalmente suele ir acompañado de lluvia, concluyó con menos agua en los embalses de lo que había al pasar la página de su calendario. Tampoco su «hermana» primavera cumplió con lo que debía, y se apuntó también al negativo.
Sólo el invierno contribuyó netamente a sumar líquido, con 521,5 hectómetros cúbicos más. Y más que esa cantidad se ha «bebido» ya lo que va de verano.
Y eso que el consumo para el riego este año está más limitado, con unas concesiones «mucho menores» que en un año «normal» y que incluso se han revisado a la baja a medida que ha avanzado la campaña. Hay comunidades de regantes, como las del palentino Carrión, el Pisuerga, el Órbigo y el Tuerto que ya han agotado sus cupos y los cultivos tendrán que aguantar lo que resta de temporada con el agua recibido y lo que las nubes puedan descargar.
Mínimos
Al 34,4 por ciento de su capacidad, los embalses de la CHD están 33,2 puntos por debajo de como estaban hace un año. En cifras absolutas, han pasado de tener 1.942,3 hectómetros cúbicos a estas alturas de 2019 a los 990,7 de ahora, esto es, menos de la mitad. Si se compara con la media del decenio (60,4%), el resultado también es negativo: 26 puntos menos.
Una cifra baja que también se ha tocado en otros años de sequía. En 2012 la reserva media de los embalses de la Confederación en agosto fue de 962,9 hectómetros cúbicos, cayendo incluso por debajo de los 800 y de los 600 ya en octubre, antes de que las lluvias comenzaran de nuevo a llenar los vasos, con capacidad para 2.855,7. Y hay que mirar tres lustros atrás para encontrar otro agosto con los niveles más bajos. En 2002, otro año de sequía, este mes cerró con unas reservas medias de 864,1 hectómetros cúbicos, que siguieron menguando hasta otoño.
De hecho, unos 500 hectómetros cúbicos en el conjunto de la cuenca es el mínimo de resguardo fijado por la CHD para acabar el año hidrológico, lo que supondría que en total estarían al 20% de su capacidad. Aunque en el organismo ya dan por seguro que hay embalses y sistemas que reducirán sus reservas hasta al 10% de su capacidad. Es el caso del «deficitario» Carrión, donde los pantanos de Camporredondo y Compuerto ya están al 24,8 y 20,4% de sus posibilidades, respectivamente. El leonés de Barrios de Luna apenas supera el 17, y en la misma provincia, Porma y Barrios y Riaño ya están a menos de un tercio. Y los también palentinos de La Requejada (22,2%) y Aguilar (12,7%) tampoco presentan un mejor aspecto y previsión.
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