Alejandro J. García Nistal - Noción personal
Elecciones en Podemos
«Con Pablo uno se puede tomar un café y hasta unas cañas (...) Sin embargo, su actividad como oposición en las Cortes regionales es de un activismo destructivo»

La formación populista de ultraizquierda Podemos se encuentra sumergida en pleno proceso electoral para elegir liderazgo en Castilla y León. Hasta hoy, el referente nacional es Pablo Iglesias que ha ido, al más puro estilo Stalin, purgando la dirección de su partido para quedarse como número uno indiscutible.
En Castilla y León el cartel de este partido es, cuando menos, más amable. Hablamos de otro Pablo, Fernández. El chico rubio de melenas y barbas, cual Jesucristo Superstar del siglo XXI predica bien y lanza destellos de moderación que no es la realidad de su jaleado líder y sus bases más profundas. Con Pablo uno se puede tomar un café y hasta unas cañas. Esa es la verdad.
Sin embargo, su actividad como oposición en las Cortes regionales es de un activismo destructivo. Cual Moisés, oírle hablar de la Junta y de Castilla y León es escuchar plagas, el acabose y el alarmismo en tal o cual materia. Un día la población, otro día el empleo, otro la corrupción…
Sin quitarle algo de razón a sus declaraciones y proclamas, en realidad, el líder podemita no puede desembarazarse de lo que realidad es y representa, esto es, el lado más radical de la izquierda que por no aceptar no admite ni las reglas democráticas que nos hemos dado; empezando por la Constitución y la España de las autonomías. Eso bien sabe Pablo y sus dos contrincantes, grandes desconocidos, que deben dejarlo para las arengas internas y no para las declaraciones en los medios de comunicación.
No debemos de perder de vista, por mucho que nos envuelvan con papel de oro y lazo de seda el paraíso terrenal, las pagas sin trabajar y lo público como única fórmula de sociedad estatal. La libertad individual y el humanismo ya sabemos por experiencias en otros lugares a dónde quedan relegadas…a la nada más absoluta.