Educación cifra el absentismo en Castilla y León en más de 2.000 alumnos, el 0,72% del total
Valladolid acumula el mayor número de casos, con 950, y Soria el que menos, con 26
![El absentismo escolar se sitúa en Castilla y León en el 0,72 por ciento del total del alumnado](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/01/27/absentismo-U301101579224VKI--1248x698@abc.jpg)
Cuando en el mismo mes se acumulan faltas de asistencia a clase en la etapa escolar obligatoria sin aportar ninguna justificación saltan las alarmas. Desde el centro educativo se pone en marcha la maquinaria. Primero, el tutor contabiliza las ausencias registradas en su grupo y de ahí pasan al jefe de estudios, que se pondrá en contacto con la familia del estudiante para conocer los motivos de por qué su hijo no está acudiendo al colegio y remediar la situación. Si eso no ocurre, el caso pasa a las comisiones creadas al efecto para atajar el problema.
En el curso pasado, la Consejería de Educación detectó 2.088 casos de absentismo escolar , que suponen el 0,72 por ciento del total del alumnado de la Comunidad. Un porcentaje que ha bajado año tras año desde el ciclo 2014-2015, cuando era del 0,95. Es Valladolid la provincia que acumula el mayor número de estudiantes que no acuden con regularidad a las aulas, con 950 -el 1,50 por ciento del total-, seguida de Segovia, 293 (1,60); León, 195 (0,43); Ávila, 164 (0,89) Salamanca, 155 (0,44); Burgos, 138 (0,33); Zamora, 94 (0,61); Palencia, 73 (0,45) y Soria, 26 (0,28), según los datos aportados por la Consejería. Por etapas, es en Secundaria donde se ha detectado que las faltas de asistencia aumentan.
Número de faltas
Y, ¿cuándo se empieza a considerar a un alumnos absentista? Si falta el 20 por ciento del horario lectivo de un mes sin una causa adecuadamente justificada, que en Educación Primaria suelen ser aproximadamente 4 faltas , contabilizadas por sesiones de mañana o tarde, y el 20 por ciento de las horas en el caso de Secundaria.
Para hacerle frente cada una de las provincias tiene un programa de prevención y control que se revisa de forma anual -incluso cada centro cuenta con el suyo propio- y una comisión técnica que se encarga de este área. En este órgano están representadas diferentes administraciones públicas implicadas y también la policía local, que se encarga de intervenir cuando encuentran menores en edad escolar obligatoria, de 6 a 16 años, fuera de un centro educativo.
En primer lugar son los colegios e institutos los que actúan, pero si las faltas de asistencia no cesan piden ayuda a las comisiones. Es ahí donde se analizan las situaciones y las instituciones se coordinan para actuar.
Antes de que estos órganos interadministrativos funcionasen, la ciudad de Valladolid ya había puesto en marcha su propio plan. Lo hizo en el curso 1989-1990 al detectar que en determinadas zonas y colegios un porcentaje elevado de niños no asistía a clase. A día de hoy las cifras han ido bajando, pero se mantiene el perfil de las familias con las que trabajan. Son, sobre todo, c olectivos vulnerables y la mayoría son de etnia gitana . Para ayudarlas, hay que «trabajar poco a poco con ellos y de una forma integral» e informarles de todos los recursos existentes (comedores o madrugadores) para que sepan que «pueden organizarse y «llevar a sus hijos al cole», señala la concejal del área educativa, Victoria Soto.
Contexto social
En el día a día es «un equipo profesional», formado por psicólogos, pedagogos y educadores, que están en el proyecto desde su inicio, el que se encargan de hablar con las familias.
¿Los motivos por los que no llevan a sus hijos a clase con regularidad? «Son casi siempre culturales o de hábitos organizativos, aunque al principio tratan de justificarse con otras causas», expresa. Por eso, asegura que «hay que hacer mucha pedagogía» y «hacerles ver la importancia de la educación, que no pasa nada porque sus hijos e hijas vayan al colegio». El programa se centra en la etapa de Primaria, pero al Ayuntamiento le gustaría ampliarlo. «En Secundaria estamos viendo cada vez más casos de absentismo que se convierten en abandono escolar total», asegura.
También están implicados en la lucha contra el absentismo los agentes de la Policía Local de Valladolid están implicados en la lucha contra el absentismo. Si alguno de ellos ve a algún menor en horario lectivo fuera del aula, acude a «pedir explicaciones» al propio estudiante o, a sus padres, si éstos le acompañan. Normalmente, se les traslada al centro escolar al que pertenecen y, en algunos casos, a sus domicilios. Así lo asegura Violeta Hoyos, la coordinadora de los agentes-tutores de Valladolid, una figura que funciona en la ciudad y que tiene como misión velar por la seguridad de los alumnos y la mediación pacífica en los conflictos. El contexto social de los escolares influye, sobre todo, en las etapas de Infantil y Primaria, pero no tanto entre los adolescentes -Secundaria-. «Ahí hay un poco de todo», asegura. «Hay padres que incluso nos han pedido ayuda», explica, porque se sorprenden al descubrir que sus hijos no asisten con normalidad a clase. «No hay muchos casos, el índice es bajo porque hay muchos profesionales trabajando en ello», concluye.