ECONOMÍA
La economía se acelerará y cerrará 2019 con una tasa de paro inferior al 10%
BBVA prevé una subida «moderada» del PIB del 2,5 y 2,4 % en los próximos dos años
La economía de Castilla y León « se acelera» de forma «moderada ». Después de pisar el freno en 2017, este año toma impulso, y de cara a 2019 parece que seguirá al mismo ritmo. Así lo prevé el informe de situación sobre la Comunidad elaborado por BBVA Research, que estima un crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) en la región del 2,5 por ciento para este ejercicio y del 2,4 para el siguiente. Unas cifras que suponen un empuje respecto al 1,9 por ciento en el que se quedó en un 2017 de «desaceleración» y que sirven, además, para recortar la diferencia con el crecimiento previsto para el conjunto de España, que navegará al 2,9 y 2,5 por ciento en sendos ejercicios. Y es que, aunque el avance de la economía castellano y leonesa continuará «por debajo» de la media de las comunidades, la « brecha irá reduciéndose », destacó Miguel Cardoso , economista jefe para España y Portugal de la entidad: de los 1,2 puntos de 2017 pasará a una décima el próximo año.
Los datos del primer trimestre de 2018 ya apuntan a esa mejor evolución y, «de cumplirse este escenario» de previsiones, se estima que se puedan crear 35.000 puestos de trabajo en este bienio, «volviendo al millón de empleos». Además, resaltó este pasado miércoles Cardoso en la presentación en Valladolid del informe, la tasa de paro se reduciría al entorno del 10 por ciento , llegando a quedarse «incluso por debajo» a finales de 2019. Supondría que mengua en casi cuatro puntos respecto a la actual y se queda por debajo de la media histórica desde 1980 y cercana a los mínimos precrisis. Aún así, alertó el economista, sigue siendo una proporción «elevada» si se compara con el entorno europeo y, además, se da en un mercado laboral marcado también por la alta «temporalidad» que Cardoso llamó a reducir para lograr así una «recuperación más inclusiva».
La mejora del entorno exterior «más favorable», que permitirá « recuperar» las exportaciones tras un 2017 de freno después del récord de 2016, así como la política monetaria «expansiva» en la que se prevé que los tipos de interés continúen en «niveles bajos» contribuirán a favorecer el repunte de la economía castellano y leonesa, según las estimaciones del BBVA.
E incluso podrían ser superiores . Por un lado, señaló Cardoso, «si se consolida» este año más positivo en lluvias, debido a su impacto tanto en el sector agropecuario como en la producción de energía, muy lastrados en un 2017 de sequía. Algo, reconoció, que «podría tener un sesgo positivo » en la economía, dejando un PIB «superior», pero que no está contemplado en las previsiones. Por otro, de aprobarse los Presupuestos Generales del Estado -en los que se prevé, entre otras cosas, la subida del 1,75% del sueldo de los funcionarios-, puede tener «un mayor efecto» en Castilla y León que en otras comunidades, por tener más proporción de empleados públicos entre los afiliados y contribuir más a dinamizar el consumo interno.
Riesgo de Cataluña
En el otro plato de la balanza, los factores de «riesgo» de los que no estará exenta la economía de Castilla y León. Entre ellos, una posible subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (tendría un impacto «significativo» por el elevado nivel de endeudamiento público, aunque es «menor» que la media nacional) o un crecimiento «más moderado» del consumo «más en la línea con la renta real de las familias». También, señaló el economista jefe de BBVA Research, la «incertidumbre económica» por la «tensión política» de Cataluña, que, señaló, mengua a medida que «se aleja» de este territorio. Por esa razón de kilómetros de distancia, en Castilla y León el efecto sería «bastante, bastante reducido» y podría restar una o dos décimas al PIB de 2018.
Cardoso también reconoció que el «problema de la emigración» desde la Comunidad supone una «pérdida» de capital humano y competitividad «importante» y sustenta una de las causas, aunque «no -precisó- es el principal factor», de la brecha de productividad entre los castellano y leoneses y la media nacional, cifrada en torno al 20%.
Con 2018 y 2019, Castilla y León acumularía cinco años de crecimiento consecutivos, aunque de forma «heterogénea» por provincias y dentro de ellas, con diferencias las áreas urbanas y rurales, alertó Cardoso. Y es que la crisis ha tenido un impacto «algo menos negativo» en las capitales y la salida ha sido «más intensa» en Valladolid y Palencia, junto con sus áreas urbanas, por su mayor exposición a ciertos bienes más dirigidos a la exportación -por ejemplo la automoción- así como la «mayor presencia» del sector público.
Son unas previsiones «optimistas», con una creación de empleo «considerable» y una reducción de la tasa de paro «muy, muy, muy relevante», destacó en la presentación del informe Yolanda Martínez-Bajo, directora territorial Noroeste de BBVA, quien señaló que ahora el «reto» es que Castilla y León y las entidades financieras «acompañen» ese crecimiento.