Artes&Letras_Música
Dirección asistida
El nombramiento de Andrew Gourlay como director titular de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León deja en manos del joven maestro una ardua tarea, en la que contará con el apoyo de los veteranos López Cobos e Indal
La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) ha presentado oficialmente a su nuevo director titular, el británico Andrew Gourlay , que asumirá el cargo durante tres temporadas. Tanto los profesores de la orquesta como los abonados conocen bien el estilo de este joven maestro porque ha hecho cumbre peldaño a peldaño, frecuentando la casa primero como un aspirante más, luego en la categoría de principal director invitado, y por fin, como director titular. Esta forma de proceder ha permitido sopesar el oficio y el grado de compatibilidad de Gourlay tanto con el equipo técnico como con los músicos, asuntos siempre delicados y difíciles de arbitrar. No hay certezas. Sólo el tiempo y el trabajo continuado y conjunto de todos los implicados confirmará la adecuación y el beneficio mutuo que esta decisión pueda reportar.
Lo que a día de hoy sí podemos constatar es que Gourlay ha jugado bien sus cartas. Más allá de los decisivos acuerdos económicos, tiene una aceptable agenda internacional, una formación más que solvente y experiencia con formaciones profesionales de alto nivel. Formado como director en el Royal College of Music con Sir Roger Norrington y Bernard Haitink, su gesto es preciso y seguro, sin afectación, y sus versiones, invariablemente correctas. Preguntado por sus preferencias dentro del repertorio, no ha concretado ninguna, definiéndose como interesado en un amplio espectro de obras. Bien. En su posición de candidato esta neutralidad es una estrategia inteligente: al no asumir grandes riesgos, no ha cometido grandes errores y la crítica ha sido cordial. Además es cuidadoso con los medios de comunicación y rentabiliza hábilmente una imagen desenfadada y extrovertida muy en boga en estos tiempos en los que la música clásica necesita atraer a un público más joven.
También es cierto que en el otro plato de la balanza pesa -y mucho- la falta de experiencia como titular, especialmente si puntualizamos las arduas tareas que Gourlay tendrá que gestionar ahora que es jefe de equipo y máximo responsable artístico: el perfeccionamiento y desarrollo de la orquesta, la política de grabaciones, el rastreo de patrocinadores, la proyección exterior, la captación de nuevos públicos, el ajuste de la programación , la distribución de ensayos y la renovación del repertorio, esperamos que con especial atención a la difusión y promoción de la música española, tanto histórica como de nueva creación.
Sí, es mucho lo que debe abarcar, y para la puesta de largo, pero Andrew Gourlay no estará solo: equilibrando este noviciado tenemos al director emérito de la orquesta, Jesús López Cobos, y al principal director invitado, Eliahu Inbal , ambos ejerciendo una suerte de dirección asistida, ese mecanismo que multiplica la fuerza aplicada al volante de un automóvil para facilitar su manejo. Y eso es exactamente lo que precisa un buen piloto recién llegado, que le faciliten las maniobras y una provechosa circulación.