C’s diluido

La larga e infecunda negociación para formar gobierno de la nación enseña las miserias y ambiciones de los líderes nacionales, Sánchez y Garzón a la cabeza para hacer de la política una forma de vida, y debilita a los partidos en esta Comunidad, necesitados de una profunda remodelación de nombres e ideas, y en estado catatónico. Este periodo de indefinición hace estragos en C’s, que sufre las consecuencias de ser un partido de aluvión, en el que se integraron miembros de partidos terminados en cyles y cales, y un buen grupo de personas sin experiencia política, con buenas trayectorias profesionales y ganas de cambio. Los primeros no tardaron en hacerse con los mandos y surgieron las primeras bajas de los segundos. Triunfaron los Fuentes y compañía con dilatadas experiencias en partidos residuales.

Los meses de legislatura regional y municipal no han ilusionado a los que esperaban una regeneración Ciudadana en la región. Las intervenciones en Cortes resultan pobres, cuando apoyan o se oponen, y al portavoz de C’s en el Parlamento regional, basta con que de Presidencia le pongan un coche oficial para un corto viaje, para que se avenga a las razones del partido mayoritario. La dirección nacional es consciente de la falta de sustancia, de liderazgo y de estructura en Castilla y León, e intentó un cambio al cesar a Fuentes como Delegado Territorial y nombrar a Miguel Ángel Rodríguez, pero no ha surtido efecto, acaso, por la directriz de estarse quietos por si hay nuevas elecciones. También se han intentado algunas corrientes promovidas por los desplazados por los cyles, pero sin demasiado éxito. C’s CyL está necesitado de reestructuración y sustancia, aunque cuente con la ventaja de que otros están tan mal como ellos.