Diferencias de trato

La politización que de todo hace el independentismo en Cataluña no permite ver la realidad del regreso de 44 obras de arte del Tesoro de Sijena a su Monasterio. Con ello tratan de hacer lo de siempre, agitar la campaña, tapar sus propias vergüenzas y fomentar el victimismo con el que se retroalimentan hasta límites que todavía nos sorprenden.

La devolución de las piezas de Sijena nos ha hecho recordar el episodio de los papeles del Archivo de la Guerra Civil en Salamanca, cuya vuelta a Cataluña fue celebrada profusamente por el independentismo que entonces no criticó que se empleara la fuerza para proteger la salida de los papeles, ni la toma por la policía del edificio del Archivo, ni que se hiciera con nocturnidad, ni que empezaran a sacar los legajos sin que estuviera presente el responsable del archivo. Todo les parecía normal y lógico. La habitual ley del embudo.

Resulta además que como lo que se estaba haciendo era una cesión más a las emergentes fuerzas independentistas en Cataluña para ver si se las contentaba y se conseguía su apoyo en el Congreso, se enviaron papeles que no tenían que ir y mira por donde, dichos papeles no han retornado al archivo al que pertenecen. Se han reclamado e instado a que se devuelvan y no se ha logrado nada de nada, se han hecho oídos sordos por parte de los poderes públicos: la Generalidad porque con ellos parece que no va la cosa y el Gobierno central porque no ha querido incomodar a los nacionalistas.

No pido que haya que aprovechar el 155 para restituir los papeles, que tal vez fuera lo lógico, solo trato de poner de manifiesto el diferente trato que reciben los territorios para, encima, que traten de hacernos ver que maltratados son otros. Pero a estas alturas ya nadie engaña a nadie y las algaradas solo sirven para alimentar a los más extremistas.