Diálogos y monólogos

Un trago de agua para aclarar la garganta antes de comenzar. Pausado, tranquilo, con traje marino, corbata azul y camisa blanca, Alfonso Fernández Mañueco se ha enfrentado este martes a su primer Debate sobre el Estado de la Comunidad. Su debut en este examen ante el conjunto de fuerzas políticas con representación en las Cortes en el que recuperarse del impacto ya dejado por el Covid-19 es la asignatura pendiente . De este curso, del que viene, y de unos cuantos más, por lo que ya ha avanzado el jefe del Ejecutivo, consciente de que la «marca» del coronavirus estará en esta legislatura que ahora cumple su primer año e incluso en la siguiente.

Por eso, por ese impacto de un virus especialmente cruel con Castilla y León, coronavirus, crisis y Covid-19 han sido de las palabras mas repetidas en una sesión de mano tendida a un «diálogo» que por momentos han sido más bien monólogos , con cada uno presto a hablar de su libro. Desde del Gobierno, Mañueco con su repaso a las acciones llevadas a cabo y los compromisos de cara a futuro, y desde la oposición, con las críticas ya escritas y afeando la falta de «autocrítica».

Y con lecciones de oratoria, lenguaje, cine y música incluidas. Porque referencias a las diferentes disciplinas ha habido en la sesión, sobre todo de tarde, cuando de verdad se ha entrado en el cara a cara y en el debate parlamentario . Por momentos, de tono elevado. Primero con el portavoz del principal partido de la oposición, Luis Tudanca (PSOE), pero sobre todo con el de Podemos, Pablo Fernández, que ha cumplido con su «florida oratoria» y ha centrado sus críticas en la descalificación personal de Mañueco más allá de entrar al fondo de las políticas, que también ha censurado. «Lerdo» le ha llegado a llamar en su airado discurso , tras escuchar a Mañueco cómo también tiraba de palabras poco frecuentes para describir el discurso «futil» y mensaje «vacuo» del líder de la formación morada, a la que vaticinó llevará a la «inanición más absoluta».

La réplica de Fernández no ha sido menos suave y ha llegado a tirar de Extremoduro para acusar al jefe del Ejecutivo con la letra que reza «como un animal que no se altera tumbado al sol lamiéndose la breva...». Enfado en la bancada popular.

Como también lo ha habido en el otro cara a cara más intenso. El que ha abierto la sesión vespertina, con Luis Tudanca, a quien Mañueco ha afeado no saber si era«paloma» o «halcón » con un discurso inicial en el que ha valorado los acuerdos en este tiempo de pandemia. «No había más camino que la buena política», ha defendido, para entrar después a saco contra el Gobierno regional y un proyecto “agotado y fracasado”, con críticas repartidas al PP y a Ciudadanos. “Mientras ambos tengan el sillón calentito no hay problema, ¿verdad?”, ha espetado.

Y en el variopinto grupo Mixto, unanimidad en su malestar por que el presidente respondiese a las cuarto fuerzas de manera conjunta . Además de Podemos, el más crítico, Luis Mariano Santos (UPL), también Vox y en tono más construcctivo, pero no exento de reproche, por Ávila (Pedro Pascual).

Para el final, los portavoces de los dos partidos que sustentan al Gobierno. Primero Ciudadanos, con David Castaño en modo “bisagra”, con defensa del Gobierno en coalición, pero también reclamaciones a la Junta y recriminaciones al PSOE. No ha perdido la ocasión para responder a la oposición y su pronóstico en base negro el final de “Dos hombres y un destino”. “Ya sabemos como acabó, con cuatro Oscar”, ha respondido. Para cerrar la sesión, el popular Raúl de la Hoz.