Una «desaceleración evidente» frena el crecimiento de la economía de Castilla y León
La mala cosecha por la sequía y la baja producción eléctrica lastran el PIB, que avanza al 2% en el tercer trimestre

Los datos constanta la «desaceleración evidente» de la economía de Castilla y León . Cierto es que en el tercer trimestre de este 2019, e l PIB (Producto Interior Bruto) siguió en positivo, al 2 por ciento , pero con el freno de nuevo echado, según ha confirmado este lunes el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, en la presentación de la Contabilidad Regional.
La sequía que mermó de forma importante la cosecha y también ha afectado negativamente a la producción hidroeléctrica son los principales responsables. Sin olvidar que la construcción y los servicios también contribuyeron al desplome.
A tener en cuenta también que este «deterioro» de la economía tiene su impacto en el empleo . La generación de puestos de trabajo avanzó al menor ritmo desde que se inició la recuperación económica tras la crisis.
Esa «evidente desaceleración» queda demostrada en que si en el mismo periodo del año anterior la economía de Castilla y León creció al 3 por ciento, entre julio y septiembre de 2019 se ha dejado un punto, hasta el dos por ciento. Y si se compara con el trimestre previo, también se ha ralentizado, en concreto cuatro décimas, con lo que se acumulan cinco trimestres consecutivos de caída .
Y de cara al último de este año, las previsiones no son especialmente halagüeñas. Aunque Fernández Carriedo ha confiado en que los dos principales lastres del tercer trimestre (mala cosecha y baja producción energética) ya tendrán el mismo impacto, «posiblemente el dato sea algo i nferior al dos por ciento » y que, por tanto, sea «peor» al PIB de 2018.
«Inquietud»
Desde el punto de vista de la demanda, la interna sigue en positivo, pero con una evidente caída respecto al periodo predente, pasado del 3 al 1,8 por ciento; mientras que la contribución del sector exterior deja el negativo y entre por la mínima en el positivo (0,2 puntos porcentuales).
En el consumo final, los hogares notan la «inquietud» y las administraciones públicas también menguan su aportación. La inestabilidad de España por la falta de gobierno se acusa.Y donde también se nota de forma «muy acusada» la desaceleración es en la formación bruta de capital, esto es, la inversión, que de 3,6 por ciento del trimestre anterior pasa a 1,3 por ciento.
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