David Frontela - VÍA PULCHRITUDINIS
Llamados a desaparecer
Mientras Rafa Nadal nos ha dado otra de esas alegrías que por ahora no está prohibido disfrutar, el Comité Español de Bioética adscrito al Gobierno ha dado un rapapolvo histórico a la Ley de la Eutanasia que Pedro Sánchez ha presentado al Congreso. Teniendo en cuenta la que está cayendo no es de extrañar que la noticia haya pasado de puntillas por periódicos y televisiones, pero el texto de los expertos es revelador en más aspectos de los que podríamos imaginar, incluso en lo de poder celebrar sin censuras el triunfo de un deportista como el manacorí.
El documento abunda en que la Ley de la Eutanasia es un claro ejemplo del desprecio por la defensa de la vida. Los expertos aseguran que algo así es inadmisible porque viene a decir que si los ancianos nos molestan podemos acabar con ellos y si no tenemos fuerza para hacerlo por nosotros mismos tenemos derecho a que el Estado lo haga por nosotros. Todo ello sería para echarse a temblar, pero si lo piensas es todavía peor. Si algo nos molesta o estorba podemos acabar con ello en aras del bien común y eso para algunos pasa por romper con lo establecido aunque sea que la Tierra es redonda.
Si tu vecino es tremendamente de derechas puedes acabar con él por el bien de los demás, si es católico puedes hacerlo por el peligro que encarna para la comunidad, si es heterosexual puedes eliminarlo por carca o rancio, y si te alegras porque Nadal gana otro Roland Garrós te pueden azotar hasta sangrar por apropiarte de un símbolo que no es propiedad del Gobierno y además se resiste a serlo sea quien sea el que gobierne.
Ya no puedo ser ni republicano, ni citar a Victoria Kent porque no me corresponde ni escuchar a Silvio Rodríguez o parafrasear a Chomsky porque eso ha quedado reservado para quienes llevan el pelo de determinado modo o no llevan la camisa por dentro de los pantalones. Ya saben, celebren lo de Nadal con prudencia no vaya a llegar alguien y lo prohiba y sigan alegrándose de estar vivos por la mañana pese a que al Gobierno le parezca mejor que estén muertos. Pronto otra ley dirá lo que piensan: para ser como eres mejor te «desaparecemos» con cargo a los fondos del Estado.