José Gabriel Antuñano - El callejón del gato
Crónica de sociedad
«...El modo de empezar la casa por el tejado no es buen método. El partido socialista, si quiere proyectarse en el tiempo, necesita autocrítica»

El semestre va de congresos endogámicos, que remitirán los acuciantes problemas de los ciudadanos a un segundo plano. Cerrarán los socialistas, que han sido los primeros en movilizarse. Palencia ha servido de disparadero para Díaz, la candidata «non nata», mientras que López lo hacía en Portugalete. Más allá de la vacuidad de los discursos de ambos, el modo de empezar la casa por el tejado no es buen método. El partido socialista, si quiere proyectarse en el tiempo, necesita autocrítica (son muchos millones de votos los perdidos) y definición ideológica socialdemócrata o socialista en cuestiones basilares para la redacción de programas, gobierno (o presencia en la oposición) de instituciones y proyectos para la sociedad y las personas. Desde los tiempos de Zapatero el partido carece de contenido en lo ideológico y de modelo para la gobernanza política.
Solo importa la vitola progresista en propuestas, que no se sabe bien en qué consiste (¿es un signo de progreso desplazarse en bici?), las alharacas mediáticas en la comunicación y la frenética disputa del sillón. Castilla y León es un desolador ejemplo de este páramo ideológico. Ningún referente en el nivel intelectual, ausencia de ideas en el gobierno de ayuntamientos o en la oposición de las Cortes regionales e invisibilidad de los representantes socialistas en el panorama nacional: que la presencia de la «non nata» se traduzca en una crónica de sociedad (ausencias, presencias y contraprogramaciones) es un exponente de que sólo se busca el sillón y no la reflexión, para alumbrar el futuro. Este panorama y los compadreos de los Tudanca, López (Óscar), el rey del filibusterismo, explica que Óscar Sánchez y algunos pocos más con ideas y coherencia se encuentren desaparecidos.