Empresas
«La crisis ha confirmado la resiliencia del sector agroalimentario»
El director de Pago de Carrovejas, Pedro Ruiz Aragoneses, se acaba de poner al frente de la Asociación de Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis), con el compromiso de que las empresas de la esta agrupación trabajen de la mano para la generar empleo
Pedro Ruiz Aragoneses (Segovia, 1982), psicólogo y director de Pago de Carraovejas, explica en esta entrevista sus líneas de trabajo al frente de la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León (Vitartis), cargo que asumió hace varias semanas. Como medida inmediata, contempla la puesta en marcha de un plan estratégico basado en la sostenibilidad, la competitividad y la responsabilidad.
¿Qué sensaciones tiene tras estas primeras semanas en la presidencia?
Muy buenas. Ya llevamos muchos años en la casa. Es la continuidad al trabajo anterior y, concretamente, al relevo de la fantástica labor que ha liderado Beatriz Escudero, la junta directiva y el equipo de Vitartis. La primera tarea está siendo la toma de contacto, escucha y diálogo con todos nuestros grupos de interés, tratando de equilibrar lo importante y estratégico para la Asociación y nuestros socios, y las actividades más urgentes derivadas de la situación actual.
¿Cuáles son las líneas maestras del plan estratégico que ha anunciado?
El Plan Estratégico de Vitartis 2021-2024, que aprobamos en la asamblea general de marzo, es consecuencia del nuevo escenario de la Covid-19. Han cambiado las prioridades, las costumbres, la manera de comprar… Ha cambiado nuestro entorno socioeconómico. Necesitábamos reflexionar sobre todo ello, analizar las tendencias que han llegado para quedarse y proponer un nuevo plan que respondiera a las inquietudes de nuestros socios. Y por eso, este nuevo plan se apoya en tres pilares fundamentales: sostenibilidad, competitividad y responsabilidad.
¿Cree que el sector agroalimentario sale más fortalecido de la crisis sanitaria?
La crisis ha confirmado la resiliencia del sector. Ha sufrido el impacto, sin duda, aunque en menor medida que otros debido al carácter esencial de nuestra actividad. La cifra de negocio de la industria alimentaria nacional, por ejemplo, se redujo en 2020 un 2%, diez puntos menos que la media del sector industrial. Pero hemos perdido un 6% de las empresas en España y el 1,6% del empleo, si bien en Castilla y León ha sido inferior, debido a la menor presencia de la industria de bebidas.
La cadena alimentaria no ha fallado durante la pandemia. ¿Valoramos ahora más la importancia de esta industria y los controles de seguridad?
Estoy muy orgulloso de cómo ha respondido el sector en los peores momentos de la crisis. El objetivo era acelerar la producción, manteniendo los estándares de calidad y seguridad, en condiciones muy complicadas, para garantizar el abastecimiento, y el resultado ha sido excelente. Creo que la opinión pública valora hoy más toda la cadena del sector agroalimentario y que confía más en la industria alimentaria. Sobre todo, por la calidad y por su compromiso con la tierra.
¿A qué obedece su iniciativa de crear un comité de presidentes?
He querido dar forma a un valor que atesora Vitartis desde siempre y que recogió en sus Estatutos al crear la figura del expresidente. Somos una Asociación joven, pero nunca hemos querido dejar a un lado la experiencia de quienes la han liderado. Siguiendo ese criterio, anuncié la constitución del Comité de Presidentes precisamente para facilitar su colaboración y mantener siempre viva y protegida la esencia de Vitartis.
¿Hacia dónde debe dirigirse este sector en un futuro inmediato? ¿Puede ganar aún más peso específico en la economía regional?
Son asuntos que enlazan con líneas de actuación del Plan Estratégico. Somos personas de aquí, que vivimos aquí, que compartimos las mismas inquietudes que los ciudadanos. Nuestra actividad está arraigada a esta tierra, no podemos deslocalizarla. Y nuestro compromiso es trabajar para generar empleo y mejorar la calidad de vida. El sector agroalimentario, por su propia estructura capilar, es el alma de la recuperación del medio rural. Y es seña de identidad regional, el segundo motor económico. Somos la tercera región en España por importancia, solo por detrás de Cataluña y Andalucía. Un sector estratégico que no ha dejado de crecer en los últimos años.
¿Le preocupa ese movimiento mundial creciente que desacredita la ganadería y apuesta por la proteína vegetal, marginando el sector cárnico?
No creo que la industria cárnica se sienta marginada, sino protagonista. Es muy potente: la actividad más importante de nuestro sector y un referente internacional en bioseguridad, bienestar animal y sostenibilidad. Representa el 25% del negocio de la industria alimentaria regional y concentra el 30% del empleo. Es un subsector ejemplar, dinámico e innovador por sus buenas prácticas, su calidad y seguridad alimentaria certificada, que nos sitúa como uno de los mejores de Europa y del mundo.
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