El Corredor Atlántico: Castilla y León, a las puertas de Europa

La inclusión de la Comunidad en el mallado transfronterizao, para lo que se prevé la inversión de 5.000 millones en seis años, implica la conexión con tres países, 15 muelles y 14 aeropuertos

El 50 por ciento del tráfico de mercancías entre la Península y Europa se realiza a través de la fachada atlántica y cantábrica ICAL

M. GAJATE

El 50 por ciento del tráfico de mercancías entre la Península y Europa se realiza a través de la fachada atlántica y cantábrica. Sin embargo, «el desarrollo de las infraestructuras para ello no guarda esa misma proporción. España es aún hemipléjica, con un evidente desequilibrio geográfico entre Atlántico y Mediterráneo». Así lo aseguraba la semana pasada el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la defensa de un desarrollo más «completo» del Corredor Atlántico, uno de los nueve ramales europeos de comunicación que tras su última ampliación colocan a Castilla y León a las puertas de Europa y abre un mundo de oportunidades para un transporte intermodal a la altura del siglo XXI. Las obras que afectarán a la Comunidad supondrán una inversión de cerca de 5.000 millones en los próximos seis años.

El Corredor Atlántico ha sido siempre un caballo de batalla desde Castilla y León. Tiene su origen en la voluntad sellada en Europa en 2010 de vertebrar la Unión en materia de tráfico de mercancías y coordinar las políticas estatales para un proyecto que aumentara la competitividad del ferrocarril y potenciara la intermodalidad, conectando puertos, aeropuertos, plataformas logísticas y centros de producción con ejes de transporte de viajeros y mercancías. De ahí, surgiría tres años después la Red Europea de Transporte con nueve corredores que dibujaran una malla sobre el mapa para enlaces transfronterizos multimodales -dos de los cuales pisan territorio español: el Mediterráneo y el Atlántico- con un programa de ayudas para potenciar las actuaciones prioritarias.

Desde Lisboa (Portugal) hasta Mannheim (Alemania), el Corredor Atlántico incluía de inicio parada en Castilla y León, donde entraba a partir de la «Y Vasca» y seguía rumbo al vecino país luso por Valladolid y Salamanca. Durante años, se ha peleado por defender que la Comunidad tuviera un mayor peso, no sólo por su posición estratégica, sino también porque es origen o destino al año de 117 millones de toneladas de mercancías. De hecho, de entre las seis líneas como tráficos más significativos del Corredor en España, cuatro pisan la región. En junio del pasado año, Bruselas fue sensible a algunas propuestas y aprobó un cambio de guión con la inclusión de León en el mapa como uno de los ejes básicos, asegurando una mejor conexión con Galicia y Asturias.

Mejoras

La novedad hace a León como nodo de un trazado que atraca en más de 15 muelles europeos, con parada en 34 aeropuertos a lo largo de unos 6.200 kilómetros de vías entre Portugal, Francia, España y Alemania que posibilitan oportunidades económicas evidentes y mejoras de una infraestructura que, al igual que buena parte del conjunto del Corredor, es más que mejorable.

Formar parte de una de las grandes vías europeas implica para los apeaderos que están incluidos en ellas importantes avances que van desde la electrificación, a la implantación de los mejores sistemas de seguridad, duplicación de vías, aumento de velocidades y dotar de la capacidad suficiente para acoger grandes trenes y sus cargas. En definitiva, avances efectivos de los servicios logísticos para empresas del sector industrial y exterior que operan a lo largo del Corredor.

Financiación

El de León no fue el único cambio que consiguió con la luz verde en la ampliación el Corredor. Junto a este nodo se han incluido los de Huelva, Sevilla, Cádiz, Orense, Vigo, Coruña, Gijón y Zaragoza, que han sido ya contemplados en una actualizada planificación del Ministerio de Fomento de las actuaciones a realizar en este trazado, las cuales optarán a financiación europea a partir de 2021, ya que las incorporaciones no se contemplaron como parte de la Red Básica en su momento y habrá que esperar e ir trabajando en la revisión de Reglamento en 2023, donde se podrán redefinir los itinerarios y ampliar trazados.

El propio ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha reconocido que el patrimonio ferroviario sobre el que se va a actuar está «bastante abandonado y corre el riesgo de quedarse obsoleto». De cara a un futuro a medio plazo, con horizonte 2025 el Ministerio ha fijado nueve prioridades en todo el territorio español, de las cuales cuatro se desarrollarán sobre suelo castellano y leonés con la «vocación de compensar desequilibrios, recuperar retrasos y explotar capacidades» a lo largo de un Corredor que en España atraviesa, Galicia, Asturias, Cantabria, País vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Madrid, Castilla y León y Andalucía.

Los presidentes de Asturias, Galicia y Castilla y León, Javier Fernánez, Alberto Núñez Feijoo y Herrera, en una de las presentaciones del Corredor Atlántico ICAL

Una de las más trascendentes es la referida a la citada inclusión de León en el mapa, con la línea hasta Vigo, principal eje del Corredor Atlántico de Mercancías en la zona noroeste. Se invertirán más de 650 millones para actuar sobre 420 kilómetros de railes que en seis años sean aptos para trenes de hasta 750 metros. Se renovara la superestructura y se modernizarán las instalaciones de seguridad y comunicaciones, entre otros aspectos.

Tráfico mixto

Una segunda actuación se centraría en abrir el camino hacia Asturias con la voluntad de que la Variante de Pajares se ponga en marcha y entren en servicio los dos tubos simultáneamente. Más de 3.750 millones de euros en esta actuación para reducir velocidades, acortar distancias y potenciar un tráfico mixto de mercancías y viajeros.

Entre Palencia y Santander se ha plateado un tramo complementario al Corredor. Finalizada la renovación de la línea, se trabaja en los proyectos de nuevos kilómetros de alta velocidad hacia Cantabria y la mejora de los apartaderos para tengan capacidad para grandes trenes de mercancías. Se prevé una inversión e 440 millones.

Finalmente, la electrificación del tramo pendiente de red convencional entre Salamanca y Fuentes de Oñoro recibirá una cuantía de 148 millones de euros para dar continuidad a las locomotoras en Portugal, donde la línea está ya electrificada.

Pasajeros

Si bien el planteamiento inicial de Europa fue el de mallar los estados miembros para potenciar el ferrocarril y dotarse de una red eficiente de mercancías, al final las actuaciones son también en beneficio de viajeros, ya que «no suponen realidades independientes», señaló, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en la presentación de la hoja de ruta del Corredor Atlántico.

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