Las claves de un fin de curso atípico

M. Antolín

24/05/2020
Actualizado a las 23:32h.

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Pocos hubieran imaginado que en pleno 2020 la sociedad se iba a enfrentar una de las peores pandemias de la historia reciente. Pero el coronavirus llegó a España y en poco tiempo rompió con las rutinas y, sobre todo, la vida social de la población como mejor arma en una lucha contra el Covid-19 que aún permanece activa. Y en esa batalla el cierre de los colegios, algo inimaginable antes de la llegada del virus, se tornó esencial para frenar los contagios. Los centros permanecen cerrados desde mediados de marzo y las clases han tenido que trasladarse inmediatamente al universo online rompiendo con el modelo tradicional y alterando un final de curso que las circunstancias hacen que sea atípico y que tendrá diferencias sustanciales respecto al tradicional. Estas son las claves que marcaran ese periodo:

Si en otras ocasiones la tercera evaluación es en la que los estudiantes prácticamente se lo juegan todo para pasar de curso, en esta los dos trimestres anteriores tendrán un peso mucho más importante y la evaluación será en todo caso «positiva». En la práctica esto supone que nunca perjudicará al alumno, sino que sólo podrá sumar , tal y como ha repetido en los dos últimos meses la consejera de Educación, Rocío Lucas. En el último trimestre, los escolares se centrarán en «reforzar» los contenidos ya abordados y sólo se avanzará en «competencias básicas», recalcó la titular de Educación en una de sus intervenciones durante esta crisis sanitaria. Lo que tiene claro la Comunidad es que el curso 2019-2020 «no se dará por perdido» y, por eso, los profesores tienen el mandato de establecer el trabajo para que los estudiantes mantengan «una rutina diaria y unos hábitos de estudio en sus domicilios».

Todo en el ámbito académico deberá adaptarse a la formación online. Así, en las instrucciones que la Consejería de Educación envió a los centros el pasado mes de abril se detalla que las clases, las tareas y el resto de actividades se amoldarán a las exigencias de la educación a distancia. Al respecto, las directrices remitidas a los colegios explican que «además de los instrumentos usuales de evaluación, que se deberán ajustar en todo caso a la situación actual, se fomentará el uso, en la medida de las posibilidades, de cuestionarios o pruebas a través de soportes digitales, pruebas orales mediante aplicaciones informáticas o porfolios digitales ».

Los criterios para la promoción de curso han sido uno de los aspectos más polémicos. El Ministerio y las comunidades estuvieron de acuerdo en que repetir fuera la «excepción», si bien el departamento dirigido por Isabel Celáa dejó en manos de las autonomías decidir con cuántos suspensos se puede pasar de curso. Castilla y León seguirá en este sentido la normativa vigente y sólo se podrá titular en Bachillerato con todas las asignaturas aprobadas, mientras que en la ESO se podrá pasar de curso con un máximo de tres asignaturas suspendidas y obtener el título con un máximo de dos asignaturas pendientes, siempre que no sean Matemáticas y Lengua simultáneamente

Las fases establecidas en el plan de desescalada del Gobierno central marcan que en el nivel 2 algunos cursos como 2º de Bachillerato, 4º de la ESO, FP y los menores de 6 años cuyos padres trabajen de forma presencial puedan volver a las aulas siempre de forma voluntaria. Sin embargo, Castilla y León ya ha advertido que en su caso ninguno de estos grupos regresará antes de septiembre. El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, advirtió tras el pasado Consejo de Gobierno que, en función del calendario autonómico de desescalada, sería imposible volver antes de que finalizara el curso, ya que el 8 de junio, cuando en el mejor escenario la Comunidad pasaría al segundo nivel, el Bachillerato habría concluido, y para el resto quedarían muy pocos días lectivos. Tampoco regresarán las escuelas infantiles que dependen de la Consejería de Educación, aunque queda abierta la puerta a que sí puedan abrir en la fase 2 las guarderías privadas en función de la situación epidemeológica.

Aún no se conoce la fecha en la que arrancará el curso 2020-2021. «Dependerá de los exámenes que se celebren al principio de ese mes y del protocolo de seguridad que hemos exigido al Ministerio», ha considerado Rocío Lucas. Por el momento, «hay tiempo para negociar» el marco temporal del próximo ciclo y, mientras, se ha puesto en marcha el proceso de admisión y reserva de plaza que se había suspendido por el estado de alarma. Se hará de forma telemática desde el portal de Educación (www.educa.jcyl.es) hasta el 1 de junio tras la ampliación del plazo por los problemas informáticos en la plataforma.

La intención de la Junta es que se puedan celebrar en el próximo mes de julio los programas de refuerzo educativo que cada verano se desarrollan en la Comunidad. Se trata de actividades de apoyo para aquellos estudiantes de Educación Secundaria que lo necesiten y que el Ministerio ya anunció que sí permitiría.

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