Artes&Letras / Libros
Conversaciones sin prisa
Fernando del Val reúne en «Si te acercas más, disparo» una veintena larga de diálogos con escritores. Gamoneda, Delibes, Colinas, Luis Mateo Díaz y Merino figuran entre los autores entrevistados
Fernando del Val huye de las entrevistas periodísticas al uso. «Lo más importante para mí es renunciar a la documentación», llega a decir en la nota final de su libro Si te acercas más, disparo, que reúne una veintena de conversaciones con escritores. Lejos de las prisas habituales del género, el poeta y periodista vallisoletano invierte varias horas en cada encuentro con el entrevistado, a veces se cita más de un día con un mismo interlocutor y siempre después de haber leído la obra completa de cada uno.
El resultado pocas veces tendría cabida en un periódico, aunque la mayoría de las conversaciones fueron realizadas por encargo para revistas (La Clave, Enclave, Turia) o emitidas en RNE.
«Una buena entrevista es aquella en la que se producen mudanzas no previstas, reacciones, testimonios, sorpresas, igual desde la emoción que desde el intelecto»
«Una buena entrevista es aquella en la que se producen mudanzas no previstas, reacciones, testimonios, sorpresas, igual desde la emoción que desde el intelecto», sentencia en el prólogo Miguel Ángel del Arco. Esas circunstancias se dieron en la conversación con Miguel Delibes en 2007, que tuvo continuación con dos llamadas del escritor. «Si las respuestas que me dio para La Clave fueron sucintas, o muy sucintas, de aquellas dos charlas podrían hacer salido quince páginas», explica Del Val.
«-De sus últimas declaraciones se desprende una aceptación de la vida vivida; de la muerte, en definitiva. ¿Considera ética la opción -tan literaria cuando se cruza el amor- de adelantar la hora del deceso?», preguntaba el entrevistador.
«-¿Por qué no?», respondía Delibes.
Como explica Fernando del Val en la nota final, «eso desató ‘un escandalillo’» y Delibes solicitó una rectificación «¡en la que se ratificaba!». También hubo ocasión para la confesión literaria en esas llamadas posteriores. «Dijo, sin yo preguntarle, que salvaría cuatro libros de sus más de sesenta publicados: Viejas historias (1964), Mario (1966), Los santos (1981) y El hereje (1998)».
El empeño por ahondar en la obra de los entrevistados se plasma en el caso de Antonio Colinas. Aparecen dos entrevistas cortas (de 2007 y 2009) y una tercera mucho más extensa (de 2017), plagada de referencias al conjunto de la poesía del leonés, con notas a pie de página incluidas. Amenazaba nieve en Salamanca antes de la cita y Del Val conoce la obra del entrevistado como para traer a colación unos versos que parecen escritos para la ocasión: «Cuando la nieve va a llegar, se oye / un silencio en los campos, un silencio en los cielos».
También con Antonio Gamoneda hay dos encuentros, y espacio para preguntas y respuestas que no suelen aparecer en las entrevistas convencionales:
«-El libro de Antonio Gamoneda que más me gusta es Arden las pérdidas, pero no sé de qué trata. ¿Es grave?
»-No. Todo lo contrario. Preguntarse de qué trata un libro de poesía no tiene mucho sentido. Los libros tratan de lo que va por el aire. Y el que menos se entera es el que lo escribe».
Las páginas dedicadas a Luis Mateo Díez culminan con un retrato trazado desde el conocimiento de la obra del protagonista y desde la observación: «Habla pausado y fricativo. Como si la sensatez fuera una cualidad de la palabra, no de las personas. El parlamento alveolar se cruza con una lejanía cercana en la que la respuesta se vincula al monólogo interior. Luis Mateo es un narrador de sí mismo, misceláneo, capaz de hacer hasta de la oscuridad un lugar habitable. Contar es un agua de la que no puede prescindir».
«En su despacho madrileño uno desconoce si, tras la biblioteca, hay pared o todo es barricada literaria», dice Del Val sobre José María Merino. «Su voz, entre campanuda y reflexiva, no te mira por encima del hombro», añade. Porque las entrevistas no son únicamente preguntas y respuestas.
También se han puesto a tiro Félix Grande, Sánchez Dragó, Eduardo Lago, Raúl del Pozo, Puértolas, Gibson o Vila-Matas
Pero no solo escritores de Castilla y León se han puesto a tiro en las charlas de Fernando del Val. Félix Grande, en un diálogo sobre Juan Carlos Onetti, Raúl del Pozo, Fernando Sánchez Dragó, Eduardo Lago, Caballero Bonald, Luis Landero, Juan Eduardo Zúñiga, Felicidad Orquín (sobre el anterior), Soledad Puértolas, Ian Gibson, Ignacio Martínez Pisón, Javier Cercas, Clara Janés y Enrique Vila-Matas forman la galería de entrevistados. Como cierre de la obra, otra vuelta de tuerca al resultado de las conversaciones: las mantenidas con Rafael Chirbes y José María Conget se convierten en biocronologías.
Publicado por la editorial vallisoletana Difácil, con fotografías de César Toro, salvo unas pocas cedidas por los entrevistados, Si te acercas más, disparo aparece como «vol. 1» con la promesa implícita de una continuación.