Condicionantes

En medio de la agitada vida nacional, plagada de incógnitas sobre el futuro, la política en Castilla y León lleva el protagonismo a la sede de las Cortes, lugar que recobró todo el protagonismo a raíz de los resultados de las elecciones autonómicas del pasado año. La pérdida de la mayoría absoluta del PP ha sido determinante para que se pongan en marcha las comisiones de investigación reclamadas por la oposición y que antes eran impensables.

Una vez que los partidos han estudiado en las delegaciones territoriales de la Junta la documentación sobre las adjudicaciones de los parques eólicos, tienen que consensuar los comparecientes en la investigación y no va a ser nada fácil llegar a un acuerdo. El PSOE pide 116 comparecientes y el resto de los partidos propone más de 20 cada uno de ellos. Llegar a un consenso será difícil porque en el juego político cada parte querrá sacar su rentabilidad y habrá un choque de posturas que va a ser muy difícil sortear. Hay que pedir luz y taquígrafos, pero sobre todo hay que pedir huir del espectáculo y los juicios previos, porque si se parte de querer condicionar los resultados antes de que se celebren los trabajos de la comisión, esta herramienta no habrá servido para nada.

También hoy en la sede de las Cortes se reúne el grupo de trabajo para la reforma del Estatuto de Autonomía. En el momento actual, con el desafío catalán abierto y la incertidumbre en Madrid, no parece que esta reforma sea un asunto que vaya a coger un fuerte impulso. Tal y como están las cosas, hay quién asegura que la reforma irá adelante, pero sin urgencia, con un ritmo de trabajo a medio plazo y así poder plantear una propuesta en firme cuando muchas incógnitas nacionales ya se hayan aclarado. Son los condicionantes del clima político nacional.