La Comunidad afronta semanas decisivas para evitar un confinamiento general

Se intensifican las medidas para frenar la propagación del Covid y evitar que los mayores sean los más afectados

Récord de contagiados en Castilla y León, con 1.120 nuevos casos en una jornada

Plaza Mayor de Medina del Campo (Valladolid), casi vacía debido a las restricciones que actuamente imperan ABC

Montse Serrador

El mes de octubre va a ser decisivo en la evolución de la pandemia y, sobre todo, en la decisión de aplicar drásticas decisiones -limitación de movimientos- en Castilla y León. No se trata ya de aplanar la curva de contagios sino de conseguir que comience a bajar y, con ello, que disminuya la presión asistencial en centros de salud y hospitales.

Si hace quince días el Consejo de Gobierno decidió, por recomendación del Comité de Expertos, no cerrar el conjunto de la Comunidad, en este momento esa decisión se tambalea, especialmente en las capitales de León y Valladolid, que ya cumplen dos de los tres requisitos marcados por el Ministerio de Sanidad para ser confinadas: en ambas existe una positividad de los PCR superiores al 10 por ciento y la ocupación de las UCI está por encima del 35 por ciento. Y en ambas se está a punto de llegar a los 500 positivos por cada 100.000 habitantes, la tercera de las premisas.

Con este panorama nada halagüeño, la Junta está intensificando las medidas sanitarias y, especialmente, las de concienciación, tendentes a conseguir limitar los contactos sociales como la única forma de evitar la propagación del virus. Y es que las cifras siguen sin dar un respiro y ayer se volvió a batir r écord de contagiados con 1.120 nuevos casos , 143 más que el viernes. Además, se registraron seis fallecidos más en los hospitales (tres en Valladolid, dos en Salamanca y uno en Zamora), si bien no se facilitaron datos de los decesos de las residencias de mayores. Además, en las últimas 24 horas se declararon 179 casos y 13 brotes nuevos.

Lo cierto es que el mayor número de positivos notificados está, una vez más, en León, con 384 casos y Valladolid, con 213, seguidas por Burgos, con 202. A continuación se sitúa Palencia, con 107 infecciones nuevas, mientras que en Salamanca fueron 68; en Segovia, 62; en Zamora, 39, dos más que en Ávila, que sumó 37 y Soria ocho contagios.

Pero si la incidencia es el primer factor a tener en cuenta, así como el porcentaje de PCR positivos, que ya está por encima del 10 por ciento en León, Salamanca y Valladolid, la ocupación de la Unidades de Cuidados Intensivos (el tercer criterio) también preocupa especialmente ya que en conjunto de los 14 hospitales de la Comunidad están al 71 por ciento de media , cuando el límite según la orden ministerial es el 35. De hecho, sólo El Bierzo y Zamora están por debajo, con el 17 y el 29 por ciento respectivamente. Sin embargo, ya está en rojo el Clínico de Valladolid, que está al 89 por ciento, con 49 de las 42 camas ocupadas, mientras que en Ávila (también en rojo, se alcanza ya el 91, aunque al tener una población por debajo de los 100.000 habitantes no se rige por los criterios del Ministerio sino exclusivamente de la Junta.

En el Complejo Asistencial de Burgos, las UCIs están al 81 por ciento; y en León y Palencia, al 79; en Salamanca, al 76; en el Río Hortega de Valladolid, al 70; en Soria, al 64, y en Segovia, al 55. En los hospitales de Aranda, Miranda y Medina, no hay unidades de críticos. En cuanto a la ocupación en planta, alcanza el 69 por ciento de media, si bien Salamanca está a la cabeza, al llegar al 86, seguida por León, con el 82. El Bierzo, el Clínico de Valladolid y el de Zamora, alcanzan el 70 por ciento.

Con este escenario, el Comité de Expertos de Castilla y León baraja tres escenarios diferentes para cada uno de los cuales se ha previsto una serie de medidas tanto sanitarias como sociales: que los contagios sigan al alza de manera significativa, que haya una ligera subida o que se consiga doblar la curva. Entre las medidas que se van a poner en marcha, la creación de unidades de cuidados intermedios en los centros hospitalarios, estancias para los enfermos de Covid que abandonan la UCI pero aún necesitan mayor atención de la que se pueda recibir en una habitación de planta. Las sociales pasan por las restricciones a la movilidad y a determinadas actividades, como las que se han venido poniendo en marcha desde el mes de agosto y se mantienen en distintas localidades de la Comunidad.

«La situación es mala»

Uno de los miembros del Comité de Expertos es el médico de familia, Alejando Merino, quien reconoce que la situación «es mala, aunque no sea comparable con marzo o abril» y advierte de que «el objetivo es bajar la curva de contagios, no aplanarla, para evitar que lleguemos a una situación grave». Con este panorama «poco halagüeño» este mes «será decisivo» entre otras cosas porque se desconoce cómo se va a comportar el virus en otoño, cuando empiece también a circular la gripe.

Apunta, no obstante, que el problema es que la mayor afección del virus ya se está produciendo otra vez en los mayores de 70 años, como ocurrió en los peores meses de la pandemia. Durante el verano, la edad de los contagiados se redujo considerablemente pero de nuevo es la población de más edad la que vuelve a ser la más afectada. Hay que recordar que en esta crisis sanitaria dos terceras partes de los fallecidos vivían en residencias , en las que, sin embargo, vive sólo el 2,5 por ciento de la población. Es, por lo tanto, en estos centros donde está la principal preocupación. Es más, uno de cada 20 afectados de más de 80 años fallece.

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