La Comunidad acelera las terceras dosis y aparca el pasaporte Covid
Se recuperan los vacunódromos para inocular al 80% de los mayores de 60 años antes de Navidad
«Vacunar vacunar y vacunar» . Esa es la máxima de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, para frenar la sexta ola del coronavirus que sigue imparable. La prudencia y el cumplimiento de la Ley, son las otras pautas que defendió con vehemencia el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. Tres elementos a los que se fía el conseguir que los contagios no sigan desbocados pero, sobre todo, que la presión hospitalaria no vuelva a los niveles de etapas anteriores. Lo que, por el momento se aparca, es el pasaporte Covid aunque, señala Casado, está pendiente del estudio de los servicios jurídicos de la Junta que determinen su viabilidad. En cualquier caso y teniendo en cuenta que su aplicación «no es decisiva por sí sola», de ponerse en marcha se exigiría, en primer lugar en los hospitales (para las visitas) y los albergues, no en los locales de hostelería o centros de ocio como ya se hace en otras comunidades.
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La consejera ha vuelto a comparecer este jueves tras el Consejo de Gobierno para dar cuenta de la evolución de la pandemia, una imagen que recordaba tiempos pasados. «Son tasas bajas en relación con olas anteriores pero que obligan a tomar decisiones» , trata de tranquilizar, en una jornada en la que se sumaron 524 nuevos contagios y coloca la incidencia a 14 días en 187 casos por 100.000 habitantes y en 119 a siete días. Dos fallecidos más, 191 hospitalizados en planta y 25 en las unidades de críticos (dos de cada tres son personas no vacunadas) completan la radiografía de una situación en la que preocupa especialmente que los ingresos se hayan duplicado en la última semana.
En las universidades
«La mejor medida es la vacunación», ha insistido la consejera, por lo que se rechaza las restricciones para fijar como prioridad absoluta inocular a los mayores de 60 años (650.000 personas) y al personal sanitario y sociosanitario hasta sumar más de 800.000. El objetivo, insistió Casado, es que antes de Navidad se haya llegado al menos al 80 por ciento de estos grupos. Para ello, volverán a abrirse los vacunódromos a partir de la próxima semana, si bien el personal de la Consejería trabaja «a todo gas» para elegir estos lugares dado que con el invierno no todos los que se habilitaron antes el verano cumplen las condiciones adecuadas, ya que la gente no puede esperar en la calle. También se procederá a inyectar las dosis en las universidades (ya se ha comenzado en León) para tratar de aumentar las tasas de vacunación, especialmente entre la población menor de 40 años, donde son más bajas.
Lo cierto es que sin haber acabado de diseñar la nueva estrategia, la Consejería tendrá que volver a organizarse para sumar un nuevo grupo , el de los niños de cinco a once años que también pueden recibir ya el primer pinchazo tras la decisión adoptada ayer por la Agencia Europea del Medicamento. Casado insistió en que aún hay que esperar a que el Consejo Interterritorial de Salud se pronuncie al respecto y fije las pautas de actuación.
El mensaje de que la Ley obliga mantener el metro y medio de seguridad y el uso de la mascarilla fue el más repetido por Francisco Igea en respuesta a la inminente llegada de los cotillones y las cabalgatas de Reyes. «Cada administración tiene que hacer cumplir la Ley», insistió, y para eso están los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.