Colas en la estación de autobús de Aranda de Duero para huir del aislamiento
Decenas de personas se apresuran a abandonar la localidad ribereña antes de que sea efectiva la orden de la Junta, a partir de mañana
Pocas horas después de conocerse esta decisión de la Consejería de Sanidad de confinar la localidad burgalesa de Aranda de Duero por la alta incidencia del Covid , se podía apreciar en la villa una gran diversidad de opiniones, que iban desde el desacuerdo hasta la resignación y el apoyo absoluto.
Mientras las terrazas de lugares céntricos como la Plaza Mayor se presentaban vacías, la Estación de Autobuses de Aranda de Duero tenía una estampa muy diferente y estaba repleta de gente, haciendo cola frente a la ventanilla de información, solicitando un cambio en sus billetes, esperando abandonar la localidad en las próximas horas, a fin de evitar quedarse «atrapados» allí. Es el caso de Sonia, cuya familia es de Aranda y había acudido al pueblo a pasar unos días con ellos, sin embargo la decisión de la Consejería de Sanidad le obligó a acudir a la estación, para regresar cuanto antes a Valladolid por motivos laborales, informa Ical.
A esta joven la situación le pilló por sorpresa porque considera que desde el estado de alarma la gente ha sido muy «precavida», llevando en todo momento la mascarilla y manteniendo las distancias de seguridad. «Pagamos por unos pocos», añadió, en referencia a las personas que durante este tiempo no han seguido las recomendaciones sanitarias.
Al hilo de esta declaración, durante la tarde de ayer, y pese a la advertencia sanitaria ante el alto riesgo de contagio en Aranda, todavía se podía ver a gente que prescindía de la mascarilla o que incluso la llevaba colocada de manera incorrecta.
Por su parte, Mario, residente en Aranda también había acudido a la estación para acompañar a su novia, que vivía en Madrid y por miedo al confinamiento decidió cambiar su billete de autobús y regresar a su lugar de residencia. «Estamos agobiados por lo que puede pasar», aseguró el joven.
Nerviosismo en los supermercados
Por otro lado, en los supermercados de la ciudad podía apreciarse el nerviosismo de la población, que se apresuraba a comprar por el miedo a esta nueva situación, y con el objetivo de encerrarse en sus casas y no salir. Además, también se podía ver a mucha gente de pueblos cercanos a Aranda, que habían decidido acudir a la ciudad para comprar todo el material que pudiesen necesitar ante el inminente cierre de la localidad.
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