Cocodrilo en el Pisuerga: diario de una búsqueda frustrada

Ni rastro del supuesto cocodrilo que fue avistado a orillas del Pisuerga a la altura de Simancas (Valladolid). La Guardia Civil decidió ayer abandonar la búsqueda del reptil, que ya se ha hecho famoso no sólo en la provincia de Valladolid, sino también a nivel nacional, al no hallar durante los seis días que ha durado la investigación «indicios o evidencias» de que se encuentre por la zona -en la confluencia del Pisuerga y el Duero. Pese a que en tres ocasiones varias personas aseguraron verlo, no está claro que aquello que observaron fuera realmente un cocodrilo.

Fue el día 6 de junio cuando un grupo de jóvenes aseguró haber divisado el día anterior al reptil cruzando de orilla a orilla, un testimonio que fue reforzado ese mismo día por un agente de la Policía Local que manifestó ver a un animal de gran tamaño. Entonces, se puso en marcha el insólito dispositivo de búsqueda, con algunos especialistas y agentes del Seprona, para atrapar al peligroso ejemplar. El día 7 las alarmas seguían encendidas y la fama del cocodrilo seguía subiendo como la espuma. En el lugar donde supuestamente se había divisado había un pez devorado, un espacio en el que había anidado algún animal y unas huellas que, incluso, uno de los expertos apuntó a que pudieran ser de un cocodrilo del Nilo.

Y ante todas estas señales, nuevos expertos se incorporaron a la búsqueda en una zona acordonada desde el principio para impedir la entrada de curiosos. Llegaron el día 8 científicos y biólogos a Valladolid a los que las pistas les decían algo bien distinto: las huellas no eran de un reptil y el pez podría haber sido ingerido por una nutria. «Un cocodrilo se lo habría comido entero», subrayó uno de los rastreadores.

No había, por tanto, ningún «indicio» de la presencia de «un reptil de gran tamaño», lo cual «no significa que no esté», expresó entonces el especialista dejando de algún modo la puerta abierta a que, por increíble que pareciera, el animal estuviera en aguas del Pisuerga. Pero, al día siguiente, continuaban surgiendo testigos que aseguraban haber visto un cocodrilo. Un biólogo vecino de Simancas insistió en que observó un animal con la «morfología» de un reptil de gran tamaño.

Así que, por seguridad y por si el descenso de las temperaturas hubiese hecho que el animal permaneciera aletargado en los márgenes del río, se decidió mantener la investigación con cebos, cámaras térmicas y de detección de movimientos y un dron. Pero ni así el cocodrilo ha dado pistas ni señales de vida.

«Hasta la fecha de hoy no se ha encontrado ninguna evidencia ni indicios que permita asegurar que existe un tipo de reptil por la zona», aseguró ayer en un comunicado la Guardia Civil, que quiso agradecer la colaboración de los organismos y particulares implicados en la investigación.