Las claves del caso Arandina
Comienza este jueves el juicio por la presunta agresión sexual de tres exjugadores del equipo burgalés a una menor cuando tenía 15 años.
Caso Arandina: ya se conoce la sentencia para los exjugadores
Este jueves arranca en la Audiencia Provincial del Burgos el juicio por el caso Arandina . Dos años después de que una joven de 15 denunciara que el 24 de noviembre de 2017 fue agredida sexualmente por tres hombres en la casa de estos, los tres exjugadores del club burgalés se sentarán en el banquillo de los acusados. La Fiscalía pide para ellos entre 39 y 40 años de prisión por unos hechos cuyas claves se tratarán de dilucidar en la vista oral que se desarrollará hasta el próximo miércoles.
Sin restos biológicos
Pasaron 18 días desde que la adolescente sufrió la presunta agresión hasta que presentó la denuncia, de manera que de haberse producido habría sido muy difícil haber podido encontrarse restos biológicos de los acusados o signos de violación. Tampoco había ningún rastro de la joven en la casa de los acusados, en la que otras pruebas sí demuestran que estuvo.
El vídeo
Un vídeo musical grabado por la denunciante muestra a la joven en casa de los futbolistas el día en el que supuestamente sufrió la agresión. En él no se recogen esos actos. Este documento sirvió para sacar a la luz a un cuarto jugador de la Arandina , que estuvo presente en la casa cuando presuntamente sucedieron los hechos.
Testigos, el cuarto jugador
El futbolista prestó declaración en los juzgados una vez que el descubrimiento de este vídeo permitió identificarle. Aseguró que no presenció ninguna agresión, pero que se ausentó a un dormitorio durante unos quince minutos a peinarse y jugar con el móvil. Dice que no oyó nada «extraño» .
El relato de la víctima
Sin pruebas biológicas, documento gráficos, ni testigos directos, el testimonio de la víctima se presenta como prueba de cargo. Sin contradicciones reseñables en la instrucción, la joven sostiene que esa tarde-noche subió a casa de los jóvenes, donde se la ve en ambiente distendido durante el citado vídeo, hasta que, según su relato, la actitud de ellos cambió y fue obligada a mantener relaciones con los tres en el salón y posteriormente fue abordada en el pasillo por uno de ellos, que la volvió a forzar en un dormitorio. Aseguró que «sintió miedo y se bloqueó» . A sus declaraciones se sumarían las de la psicóloga a la que se lo confesó . Ellos lo niegan y aseguran que no ocurrió nada aquella noche y nunca mantuvieron relaciones sexuales con la menor.
La relación previa
El contenido del volcado de los teléfonos puede ser determinante en el caso. La mayoría de los implicados hicieron un borrado general, pero aun así se ha podido recuperar contenido que podría ser muy relevante, sobre todo en lo que respecta a los mensajes a través de Whatsapp y redes sociales. En ellos se refleja, en primer lugar, la relación previa que existió entre la presunta víctima y los futbolistas. Mientras con uno de ellos no se ha dado con ningún registro de interés, con otro tenía una cierta relación virtual y con un tercero el vínculo era mayor . La menor le llamó en 18 ocasiones el día anterior a la supuesta agresión y 17 ese mismo día. La mayoría, llamadas perdidas. También él la llamó a ella, por Whatsapp, minutos antes de los hechos denunciados.
Las búsquedas en internet
El informe policial sobre la actividad de los teléfonos de los acusados y la menor en el lapso de tiempo en el que se sitúan los hechos denunciados reveló que uno de los imputados realizó una búsqueda de porno en internet.
Otras de las búsquedas que más llamó la atención durante la investigación fue la que hizo uno de los imputados sobre delitos de carácter sexual cuatro días después de la presunta agresión , una vez que había hablado con la educadora de la adolescente a la que le habría denunciado los hechos.
El chat de amigos, La Troupe
En un chat con amigos que no estaban presentes esa noche, llamado «La Troupe», dos de los futbolistas acusados comentaron algunas prácticas sexuales con una joven y se envían imágenes de la denunciante. En el chat bromeaban con haber sido unos «degenerados» y con que ella «no decía nada» . El fechado de los mensajes no coincide, y se datan el día anterior al que se refiere la denuncia. Podría ser un error de volcado o tratarse de otra persona, como sostienen los acusados. La prueba es clave porque de confirmarse que se trataba de ella podría implicar una condena como mínimo por abuso sexual al ser menor de 16 años, edad por debajo de la cual la ley considera delito también las relaciones aunque sean consentidas.
La edad
El hecho de que la denunciante fuera menor de 16 años es, de esta forma, determinante, y por ello otra de las claves del caso será determinar si ellos sabían que tenía 15. En el volcado de los teléfonos, se refieren en algún momento a esa edad de la joven .
Edad madurativa
En el caso de que se pudieran considerar probadas unas relaciones constitutivas de abuso sexual, uno de los parámetros que pueden conllevar la absolución de los acusados sería que en el momento de los hechos pese a la diferencia de años, tuvieran una edad madurativa similar a la de la presunta víctima. Esta prueba fue realizada en el proceso de instrucción y sólo uno de los acusados, el más joven de 18 años, arrojó ese resultado .
Intimidación ambiental
Las acusaciones pública, particular y popular, no obstante, van más allá del abuso sexual y sostienen que esas relaciones no fueron consentidas y fue una agresión. Tras la conflictivas sentencias sobre La Manada en la Audiencia de Navarra y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra que consideraron abuso sexual los hechos ocurridos en los San Fermines de 2016 al no apreciar violencia o intimidación mediante el uso de fuerza, el Supremo consideró que sí fue víctima de una «intimidación ambiental» al encontrarse ante cinco hombres físicamente superiores a ella. El juicio de la Arandina , vuelve a sacar a la luz tal consideración al tratarse de nuevo de un caso en grupo.
El libertad
Los tres futbolistas fueron puestos en libertad bajo fianza en marzo del año pasado tras pasar tres meses en prisión provisional por los hechos denunciados por la joven.
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