La ciudadanía burgalesa recupera su tradicional Fiesta del Curpillos
Declarada de Interés Turístico Regional, vuelve a celebrarse bajo un intenso calor y con una previsión de asistencia que oscila entre las 40.000 y las 45.000
La ciudadanía burgalesa ha celebrado este viernes su tradicional Fiesta del Curpillos o Corpus Chico , una festividad que está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y que no se celebra en ninguna otra parte de España ni del mundo. En plena ola de calor en toda España por las altas temperaturas, Burgos ha recuperado esta tradicional festividad: «Después de dos años, vamos a celebrar la festividad más popular. Lo hacemos con más ganas que nunca», ha asegurado el alcalde antes del inicio de la misa en el Real Monasterio de las Huelgas.
En este sentido, el primer edil ha recordado que se preveía que a lo largo de la jornada haya una participación que desborde «todas las estadísticas conocidas», con entre 40.000 o 45.000 personas , especialmente gracias a la celebración que tiene lugar en el Parque de El Parral, con los puestos de pinchos de tortilla, chorizo o morcilla de los peñistas.
«Esta fiesta cada vez es más atractiva, tanto en la ciudad como fuera de ella», ha celebrado el alcalde, «la gente ha cogido el pulso a la vida, al día a día, y también a las tradiciones burgalesas», ha añadido, recoge Ical.
La Fiesta del Curpillos es una de las celebraciones más populares de la ciudad burgalesa, que sirve también como antesala de las Fiestas de San Pedro y San Pablo, que comenzarán el próximo viernes 24 de junio y se extenderán hasta el 3 de julio. El Curpillos tiene su origen en la celebración de la victoria de las huestes cristianas sobre las musulmanas en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 , aunque la primera fecha que se conoce de su celebración corresponde al 22 de mayo de 1331, después de la institución de la solemne fiesta del Corpus, bajo el reinado de Alfonso XI.
Desde entonces esta festividad no había dejado de celebrarse en el barrio de Las Huelgas de Burgos, sin embargo, debido a la crisis sanitaria por el coronavirus, esta fiesta no pudo celebrarse los últimos dos años. «Esta fiesta es muy emotiva porque conjuga dos aspectos muy importantes: la tradicional visita a Las Huelgas y la participación ciudadana y popular en El Parral », ha recordado el presidente de la Diputación, César Rico.
Los eventos han comenzado a las 11 horas, con la celebración de una misa en el Real Monasterio de las Huelgas, a la que han acudido las autoridades militares, civiles y religiosas. Entre ellos se encontraba el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, el delegado territorial de la Junta en Burgos, Roberto Saiz o el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, que estuvo acompañado por varios de sus concejales del Partido Socialista (PSOE).
Por su parte, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta , ha asistido a su primera misa de la Fiesta del Curpillos estando en el cargo, dado que el año pasado debido a la pandemia solo pudo celebrarse a puerta cerrada. «Estoy con la 'L'. Para mí es el primer Curpillos», ha bromeado antes del inicio de la misa, asegurando que estaba deseando «aprender y sumergirse» en una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad.
Tras la celebración de la misa, ha tenido lugar la Procesión del Curpillos por las calles del barrio de Huelgas, seguido por los bailes típicos de esta festividad, a cargo de los Danzantes y Gigantones de la ciudad. Posteriormente, tuvo lugar la recepción de la Madre Abadesa a las autoridades e invitados.
A continuación, se ha realizado la tradicional romería o ‘jira’ al Parral. Está fuertemente arraigada en la tradición, y durante la misma los burgaleses se acercan hasta el conocido parque para degustar las apetitosas viandas , tanto de la gastronomía local como la foránea, en las casetas que montan las peñas y centros regionales.