Ocio
Cinco de las mejores piscinas para refrescarse este verano en Castilla y León
Naturales -si es posible, mejor- o artificiales, es una buena opción para disfrutar sin agobios de los días más calurosos
1
Garganta de los Caballeros, en Ávila
En plena Sierra de Gredos nacen las aguas que terminan, entre otros muchos puntos, en las famosas «pozas» de la Garganta de los Caballeros, en el municipio abulense de Navalongilla. Allí se encuentran estas piscinas naturales de aguas cristalinas y de gran profundidad ideales para zambullirse durante el verano.
2
Navafría, en Segovia
Al pie de la Sierra de Guadarrama se haya Navafría, un municipio bañado por el río Cega, afluente del Duero, que llena con sus aguas la piscina natural que hay en el pueblo. Junto al pueblo, además, se puede disfrutar de bellas rutas de senderismo donde hallar lugares como la famosa cascada de «el Chorro» y el parque recreativo del mismo nombre, que también dispone de piscinas naturales.
3
Molinaseca
En pleno Camino de Santiago se ubica otra de las mejores piscinas naturales de Castilla y León, en el municipio leonés de Molinaseca, en plena comarca de El Bierzo. Para entrar en el pueblo los peregrinos tienen que cruzar el río Meruelo por el puente románico. Junto a él se ubia la mencionada piscina natural del río.
4
Valencia de Don Juan
En cuanto a las piscinas artificiales, una de las más grandes y completas de la Comunidad se encuentra en el municipio leonés de Valencia de Don Juan. En realidad, más que una pisicina se trata de un parque acuático, ya que «El mundo del agua» -así se le conoce al recinto-, con gran afluencia entre los meses de julio y agosto, cuenta con una piscina olímpica, una infantil y una lúdica con toboganes además de una zona de ocio familiar y juegos acuáticos interactivos.
5
Castronuño (Valladolid)
Al estilo de Valencia de Don Juan, en Castronuño (Valladolid) se encuentra el Complejo Acuático Gran Florida, abierto durante los meses de julio y agosto. Dispone de tres piscinas y varios toboganes, algunos destinados también a los más pequeños, ideales para refrescarse en los días más tórridos en plena meseta castellana.