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Cinco cascadas de Castilla y León para visitar el fin de semana
La lluvia y la nieve han dejado preciosas caídas de agua en diferentes provincias de la región
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Pozo de los Humos (Salamanca)
Enclavado en la Comarca de Arribes del Duero, la catarata del Pozo de los Humos (Salamanca), de 50 metros de altura (dos menos que las del Niágara), ofrece una espectacular vista de su caída, totalmente en vertical, creada de forma natural y con un terreno rocoso que le sirve para enmarcar de una forma preciosa todo el torrente de agua del Duero que emana por ella.
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El Sotillo (Zamora)
La provincia de Zamora ha sido una de las más afectadas por el temporal de nieve de hace unas semanas. Por esa razón, este elemento ha tornado en agua y, tras unos pocos kilómetros de ruta, con sus subidas y bajadas, se puede admirar la cascada del Sotillo, en Sotillo de Sanabria. Con más de 20 metros de altura, este majestuoso salto de agua, gracias a las lluvias y a la nieve caída, pasa de ser singular a plural, es decir, por el abundante torrente que cae, no es una cascada sino varias las que se pueden apreciar, todo un espectáculo para los amantes de la naturaleza.
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El Gualtón (León)
La cascada de El Gualtón, la que dicen que es la más alta de el Bierzo, se encuentra en la localidad de Carracedo de Compludo, un municipio que llegó a sufrir los efectos de la despoblación, llegando a estar abandonado, pero que en la actualidad tiene más de una casa restaurada. Este extraordinario rincón berciano se encuentra en uno de los afluentes del río Meruelo y es uno de las localizaciones a tener en cuenta para pasar un fin de semana en la naturaleza.
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Pedrosa de Tobalina (Burgos)
Casi como si de una playa se tratase, aunque en plena montaña, con tierra en vez de arena y una vegetación que ya quisiese más de una zona costera. La cascada de Pedrosa de Tobalina (Burgos) es una de las localizaciones más hermosas de la provincia y en la que se puede disfrutar a la vez tanto de la caída del agua como del aire puro del lugar. Como curiosidad, ha habido años que, debido a las bajas temperaturas, la cascada como el agua que tenía alrededor se han congelado, formando una imagen pocas veces vista.
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Covalagua (Palencia)
Otra de las cascadas a la que le ha ido bien el abundante agua de estos días es a la de Covalagua, en la Montaña Palentina. Los turistas amantes de este accidente natural podrán ir al Páramo de Lora y ver (y escuchar) cómo cae el agua del río Ibia por las paredes rocosas de este magnífico paraje de la provincia de Palencia, en el que pocas veces se puede contemplar como se está mostrando estos días de deshielo.
