Cinco carreteras que merece la pena recorrer
Castilla y León esconde entre su densa red de travesías paisajes extraordinarios de los que disfrutar conduciendo
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1. Desfiladero de los Beyos
Circuito por la cordillera cantábrica que pasa por el norte de la provincia de León. Transcurre a orillas del Sella, que nace en el valle de Sajambre, en León, y en algunos tramos se llega a Asturias. Se inicia en el término municipal de Oseja y, en concreto, en el lugar de Covarcil para continuar a lo largo de 12 km hasta encontrarse con la divisoria municipal y provincial en el puente Angoyo, que marca la frontera entre las dos Comunidades.
Durante todo el recorrido se impone la verticalidad de las peñas, con unas paredes cerradas que apenas dejan un pequeño espacio por el que discurre el río y la sinuosa carretera N-625.
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2. Ruta de los Pantanos
Conocida como Ruta de los Pantanos o Ruta de las Aguas Mansas, une las localidades de Velilla del Río Carrión y Cervera de Pisuerga. A su paso se encuentran los Embalses de Ruesga o el Parador Nacional de Turismo de las Fuentes Carrionas. En Ruesga se encuentra un pequeño lago artificial, muy agradable cuando suben las temperaturas. Las vistas son inmejorables y se puede recorrer en ambos sentidos.
Partiendo desde Cervera se encuentran las localidades de Ventanilla y de Santibáñez de Resoba cogiendo los primeros desvíos a mano izquierda. También, más adelante, La Lastra y Triollo o Camporredondo, donde hay un embalse. Si se opta por esta otra ruta, un segundo desvío hacía la derecha te lleva a Vidrieros y al hermoso Valle de Pineda.
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3. Ruta Arribes del Duero - Sanabria
Atravesando las provincias de Salamanca y Zamora esta ruta recorre las Arribes del Duero, que forman los cañones más profundos y extensos de toda la Península Ibérica. El camino comienza en el campo charro, en Ciudad Rodrigo, atravesando villas fortificadas y monumentos que guardan la historia de tierras salmantinas hasta llegar a Fermoselle, ya en Zamora, que invita a transitar junto a su recinto amurallado.
En la provincia zamorana prosiguen las dos siguientes etapas, entre ecosistemas florales dignos de contemplar, un importante patrimonio monumental y caminos para recorrer en moto o en coche y disfrutar de un paisaje muy especial hasta el último punto de la ruta: el Lago de Sanabria
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4. Ruta por las Merindades
Con el objetivo de conocer los orígenes de Castilla, visitando el Monasterio de Oña, la ciudad medieval de Frías, los pequeños pueblos de los valles de Valdivielso y de Tobalina o los yacimientos del entorno de Trespaderne. Todo ello con un nexo de unión, el Ebro, que nos ayudará como guía a lo largo del recorrido.
Partiendo precisamente desde Trespaderne se circula hasta llegar a la carretera de Nofuentes, cercana a Mijangos, un conjunto medieval con buena arquitectura. De forma circular y en un radio de apenas treinta kilómetros, encontramos una gran diversidad de pueblos, monumentos y cultura. Una vez pasado Tartalés de Cilla, a la derecha Cereceda se bifurca hacía el pasado, si bien merece la pena descubrir, girando a la izquierda, Oña y Frías, los principales reclamos turísticos. Ruta bien señalizada pero que llevará tiempo.
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5. Ruta del Duero, de Soria a Valladolid
Una de las más populares que mezcla gastronomía y fauna a partes iguales. A lo largo de sus 572 kilómetros pisa cinco provincias de Castilla y León (Soria, Burgos, Valladolid, Salamanca y Zamora) antes de entrar en Portugal. Como es muy larga, aquí te recomendamos una desde San Esteban hasta Valbuena de Duero, prácticamente la mitad del recorrido.
Se inicia esta ruta en San Esteban de Gormaz y se circula por la N-122 hasta llegar a Langa de Duero tras pasar por Rejas de San Esteban.
De Langa sale un nuevo desvío hasta Castillejo de Robledo cuya iglesia románica de la Asunción merece ser visitada. La siguiente parada es la villa de Peñaranda de Duero, presidida por su castillo del siglo XV.
A pocos kilómetros está Baños de Valdearados, donde se toma la Autovía del Norte para recorrer los 12 kilómetros que nos separan de Aranda de Duero, la principal ciudad de la ruta.
La villa de Roa y más tarde la villa medieval de Peñafiel serán las siguientes ciudades importantes de la ruta que tras atravesar el pueblo vinícola de Pesquera de Duero, llega a Valbuena de Duero.