El cierre de Burgos y Aranda confina ya a uno de cada cuatro castellano y leoneses

El alcalde Daniel de la Rosa llama a los vecinos a actuar «como si se estuviera en un estado de alarma»

La localidad burgalesa de Aranda de Duero, durante el anterior confinamiento, en el mes de agosto EFE

M. ANTOLÍN / P. SEDANO

Las cifras ya venían avisando desde hace días y tras este fin de semana la ciudad de Burgos y sus más de 175.000 habitantes no ha podido evitar el confinamiento. A partir de esta medianoche la capital tendrá limitadas las entradas y salidas, según indicó ayer el alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa, a quien previamente la Junta de Castilla y León había comunicado su decisión de limitar la movilidad para contener el número de contagios. Sus ciudadanos quedarán, por tanto, confinados salvo causas de fuerza mayor y excepciones para trabajar, acudir a centros docentes y necesidades sanitarias o legales, además de algunas otras situaciones justificadas, unas medidas que también se han tomado para los casi 33.000 residentes en la localidad burgalesa de Aranda de Duero , que inició su confinamiento perimetral en la noche de ayer y volverá a una situación que ya vivió el pasado mes de agosto. Ambas localidades se suman así a las ciudades de Salamanca, León y Palencia y a otras cuatro localidades más, lo que supone que ya más del 25 por ciento de la población de la Comunidad -más de 625.000 personas- está confinada.

De momento, son catorce días los que permanecerá cerrada la ciudad de Burgos, aunque nadie se atreve a augurar cuál va a ser el periodo de confinamiento en una situación en la que solo ayer se sumaron más de 200 nuevos casos positivos. El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, aseguró tras mantener una reunión telemática con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que desde el Gobierno regional «han insistido en que el comportamiento de las instituciones y la mayor parte de los vecinos ha sido correcto y están muy satisfechos». Tanto desde el Ayuntamiento como desde el Ejecutivo autonómico se insiste en que «nadie tiene la culpa» de la pandemia, que afecta a toda España y a otros países.

De momento, la decisión de la Junta es mantener el «confinamiento perimetral» durante catorce días y restringir al 50 por ciento el aforo de comercios y locales de hostelería . Además, se establece que no podrán servir bebida ni comida a partir de las 22 horas y deberán cerrar a las once de la noche. Podrán, sin embargo, atender fuera de esos horarios los pedidos de envío a domicilios. El alcalde explicó que en Burgos se han superado con claridad los 500 casos por 100.000 habitantes en los últimos días y el índice de contagios es alto, en referencia al umbral marcado por el Ministerio de Sanidad para decretar el confinamiento de las ciudades de más de 100.000 habitantes. En cuanto a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario, tiene capacidad y medios materiales para aumentar su número de camas, aunque tiene problemas de falta de personal especializado para atender ese aumento de pacientes, que no puede incrementarse en este momento.

Similar a marzo

De la Rosa se mostró convencido de que la situación de la pandemia en la ciudad en es ahora «muy similar» a la de marzo o abril, en los momentos más duros de la pandemia, y, por ello, apeló a actuar a actuar «como si se estuviera en un estado de alarma». Pero, además, recordó que el principal origen de los contagios es el ámbito de confianza, el círculo de familia y amigos e insistió en pedir a la ciudadanía responsabilidad personal.

En cuanto a la situación de Aranda de Duero la incidencia acumulada de 635 contagios por cada 100.000 habitantes , muy por encima del límite de 500 establecidos por el Gobierno. La alcaldesa de la localidad, Raquel González, consideró que el nuevo confinamiento genera una situación «absolutamente negativa» en términos económicos, aunque sea necesaria «sanitariamente». En declaraciones a Efe, reconoció que la adopción de esta medida no la ha pillado por sorpresa debido a la evolución de los datos y, pese a que tendrá repercusiones especialmente negativas en el ámbito económico, no se ha planteado pedir algún tipo de compensación a la Junta.

Otros confinamientos

Tras el anuncio realizado ayer, las tres principales ciudades de Burgos se encuentran confinadas, ya que Miranda de Duero, de 35.500 habitantes, está en esa misma situación desde el pasado 11 de octubre. Y a ellos se añaden, además de las tres capitales con restricciones, otros grandes municipios como el de San Andrés del Rabanedo, cuyo padrón supera los 30.000 inscritos, y que fue cerrado el mismo día en que se cerró León por su proximidad con esta ciudad.

Continúan también confinadas las localidades vallisoletanas de San Pedro Latarce, que alcanzó el 10 por ciento de positivos entre sus algo más de 400 residentes, y Pedrajas de San Esteban (3.330 habitantes), que acumula ya casi tres semanas en esa situación y no consigue reducir el ritmo de contagios. Sí lo hicieron, sin embargo, las también vallisoletanas Medina del Campo e Íscar, que previamente estuvieron confinadas y a día de hoy han aliviado en parte sus limitaciones, pese a que aún existen algunas sobre todo en aforos, reuniones y eventos.

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