Educación

Las chicas de la médula: una lección de compromiso con los demás

Cuatro alumnas del Colegio Sagrada Familia de Burgos impulsan una campaña para aumentar las donaciones de este órgano

Susana Crisol, Chelo Gómez, Sara Valero y Ángela Velasco, las alumnas de Bachillerato del Colegio Sagrada Familia de Burgos implicadas en la campaña R. ORDÓÑEZ

MAR GONZÁLEZ

Todo empezó como un trabajo de clase. Investigaron las células madre y la donación de médula y descubrieron sus beneficios y el desconocimiento de la sociedad. Susana, Chelo, Sara y Ángela no lo dejaron ahí. Las cuatro alumnas del Colegio Sagrada Familia de Burgos dieron un paso al frente e iniciaron una campaña de sensibilización entre sus compañeros y, desde ahí, sin límites.

En el colegio las conocen ya como «las chicas de la médula» porque se han tomado muy a pecho defender la donación y, para ello, la necesaria información. Y lo hacen con conocimiento de causa, fruto de su trabajo de investigación, y el acompañamiento de su profesor, Diego Gutiérrez Tobar, quien destaca la «implicación» y «pasión» que todas ellas han puesto en este proyecto.

Todo comenzó como un trabajo de clase sobre células madre

La iniciativa se enmarca en el programa Excellence de la Universidad de Navarra, donde Susana Crisol, Chelo Gómez, Sara Valero y Ángela Velasco, alumnas de Bachillerato en la Sagrada Familia, realizaron un trabajo de investigación primero sobre las células madre y después, sobre su consecución a través de la donación de médula ósea.

Como parte del trabajo, realizaron una serie de encuestas y una de las conclusiones fue que existe un vacío de información sobre la donación de médula ósea en la sociedad en general y, en especial, en su entorno más próximo, en el colegio. Una conclusión que no les extrañó porque, como ellas mismas reconocen, «antes de hacer el trabajo, tampoco teníamos mucha idea de qué era esto».

Investigación

El trasplante de médula ósea es todavía la única esperanza para muchos afectados de leucemia y otras enfermedades de la sangre. Consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante. Sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible, con lo que el resto queda sin acceso a esta práctica terapéutica a la espera de «donantes voluntarios».

Sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible, con lo que el resto queda sin acceso a esta práctica terapéutica a la espera de «donantes voluntarios»

Son algunas de las claves recogidas por las cuatro alumnas burgalesas que, para la investigación ya habían contado con la asociación «Unidos por la médula» de Burgos y de su mano han iniciado, después, una campaña de sensibilización.

En primer lugar, se han dirigido a su entorno más cercano donde se encuentran los «potenciales donantes» del futuro como son los alumnos de Secundaria y Bachillerato. «Se trata de que conozcan este tema y cuando alcancen la mayoría de edad puedan tomar una decisión con información», explican las alumnas.

En este sentido, Susana deja claro que la donación de médula es «un proceso altruista e indoloro» y explica que antiguamente podías hacerlo con un análisis de sangre, que ya era sencillo, pero ahora «lo es todavía más» ya que con un «kit de salivación» puedes entrar a formar parte del Registro de Donantes de Médula Osea (Redmo).

El trabajo de clase ha pasado del papel a las camisetas naranjas de «Dona médula» con las que realizan sus presentaciones y su mensaje ha ido creciendo. A través de las campañas que realizan en el colegio, la información llega de los alumnos a las familias. Con esa filosofía, planifican ya acciones en otros centros educativos de la ciudad «y donde nos llamen», apunta Ángela.

Solo ella quiere estudiar Medicina, sus compañeras apuestan por ADE o Periodismo. El futuro las llevará por diferentes derroteros pero seguirán compartiendo la pasión por defender las causas en las que creen. No son de quedarse con los brazos cruzados. La investigación les llevó a la acción y su ejemplo motiva a sus compañeros, no solo para ser donantes de médula sino para comprobar que el trabajo en las aulas puede tener su repercusión social.

De momento, las cuatro jóvenes burgalesas han superado con éxito una asignatura de este programa Excellence. Han demostrado su capacidad de investigación y de compromiso. Quizás dentro de unos años, cuando sus compañeros cumplan los 18, se vea el efecto de su campaña y pasen a formar parte del Redmo. Si no lo hacen, ya no podrán decir que es por falta de información.

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