Artes&Letras
«Cervantes nos enseña a vivir»
«Su literatura es medicina par ael alma, debería ser recetada por la Seguridad Social», sostiene José Luis Alonso de Santos, dramaturgo y estudioso del autor
Experto cervantista, José Luis Alonso de Santos ha participado en las jornadas sobre el autor organizadas en la Villa del Libro de Urueña. «Cervantes se merece en su IV centenario todo nuestro apoyo, respeto, admiración, consideración y estudio. La cultura necesita vitalizarse y actualizarse en todo momento, lo contrario se queda en una relación en buenas intenciones teóricas», explica.
-¿Hay razones sobradas para reivindicar, según su criterio, la figura y la su obra de Cervantes?
-¡Cómo no! Es reconocido como el escritor número uno del mundo. Además es el gran creador de nuestra lengua, y con ella da una respuesta humanística al hecho de vivir en el mundo. Para mí ha sido siempre mi maestro en todos los sentidos.
-Usted tomó la palabra el pasado 7 en torno al teatro cervantino, ¿le ocurre aquí al genio como en la poesía?
-Su defensa de la dignidad humana está en toda su obra, aunque destaca especialmente en El Quijote. Su prosa narrativa es superior a su poesía y a su teatro, como él mismo reconocía y anticipaba.
-¿Qué originalidad destacaría usted en la dramaturgia cervantina?
-El escenario como espejo de la verdad y la costumbre, y el relato del mundo que hace desde la perspectiva y la teatralidad. Toda su formación teatral le sirve para enriquecer la escritura de sus novelas, llena de personajes y dimensiones teatrales.
-Dos centenarios paralelos el de Cervantes y Shakespeare, ¿qué les une y que les diferencia?
-Les une que son los dos los creadores de la modernidad. Y les separa que el autor inglés la inventa desde el nihilismo y el pesimismo de vivir, y el español desde la defensa de la dignidad humana que brota de la palabra. Usa así el lenguaje como forma de respuesta a las limitaciones de la vida.
Shakespeare nos dice, por ejemplo: «La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que nada significa», y Cervantes: «Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible».
-¿Quedan exploraciones por hacer en la creación cervantina?
-Sin duda, sobre todo en el terreno filosófico y psicológico, dentro de la Razón Poética. Cervantes nos enseña a vivir, y eso no está suficientemente analizado ni valorado. Su Quijote es nuestra biblia, y en ese sentido es también necesario hacer en él exploraciones. Yo señalo siempre que su literatura es medicina para el alma, y en ese sentido debería ser recetada por la Seguridad Social. Nos ahorraríamos muchos analgésicos y antidepresivos.
-¿Qué relación tiene usted con Cervantes?
-Siempre le he considerado mi maestro, sobre todo en su mensaje que define al escritor como un jardinero del espíritu. Nos dice Cervantes: «Horas hay de recreación en que el afligido espíritu descanse. Para ese efecto se plantan las alamedas, se buscan las fuentes, se allanan las cuestas y se cultivan con curiosidad los jardines». Siempre me he considerado como escritor un jardinero del espíritu siguiendo a Cervantes.