Del «socialismo free» de Ayuso al «sindicato vertical» de CCOO
El Gobierno lamenta «la alfombra roja» a Vox y Abascal que se les «demonice antes de empezar»
«Un gran día» para unos, una jornada «triste y difícil» para otros, la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco repartió sonrisas y lágrimas a partes iguales entre los asistentes a la ‘ceremonia’. Mientras los invitados de los ‘novios’ lo celebrabran, un segundo ‘bloque’ de la oposición, política y social, se resistía al enlace de PP y Vox que daba de nuevo la Presidencia de la Junta a los populares.
Una de las más tajantes fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que puso en valor que el pacto consigue que Castilla y León sea «socialista free» , al tiempo que lamentó que Pedro Sánchez, como «si le sobrara tiempo y fuera todo tan sumamente bien, se permita decir a los demás cómo y con quién pactar».
«Muy contento» con la renovación de Mañueco al frente de la Junta se mostró también el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, quien se limitó a decir que el acto había sido «muy bonito», sin querer entrar a valorar el acuerdo con Vox o la ausencia de Alberto Núñez Feijoo, que en la distancia fue uno de los protagonistas -vía Twitter ensalzó que «Castilla y León vuelve a tener al mejor presidente en el momento en el que más lo necesita»-. En su lugar, como máxima responsable del PP en el acto acudió la secretaria general, Cuca Gamarra, quien trasladó «todo el apoyo del PP» a Mañueco con una coalición que da «estabilidad».
También celebrada fue la jornada desde la otra pata de la nueva Junta. El líder de Vox, Santiago Abascal, quien ayer no concebía «ningún sitio en España más importante en el que estar que aquí», brindó su apoyo a un Gobierno que «está siendo atacado y ha sido demonizado antes de empezar por quien más tienen que callar», en referencia a Pedro Sánchez. Mientras, quien hoy será nombrado vicepresidente, Juan García-Gallardo ensalzaba que la alianza entre PP y Vox será «ejemplo de los muchos otros acuerdo por venir».
García Gallardo tomaba la palabra justo después de escuchar la intervención de la ministra de Educación, Pilar Alegría, que si bien en el acto oficial había mantenido un tono de «colaboración y lealtad» institucional, fuera del Hemiciclo lamentó que mientras «Europa pone un cordón democrático a la ultraderecha, Feijóo pone una alfombra roja», un «camino» que el líder socialista en la Comunidad, Luis Tudanca, advirtió que será «irreversible». La legislatura «empieza con más temores para los más débiles», apostillaba, por su parte, el exvicepresidente y procurador de Cs, Francisco Igea, mientras su compañero del Grupo Mixto Pedro Pascual, de Por Ávila, criticaba el «paripé político» de PP y Vox desde que acordaron ser coalición.
«Normalidad institucional»
Rechazo también a la alianza desde CCOO, que estará representada en los órganos de la Junta como lo estaban «en el sindicato vertical» durante el franquismo. Más neutros se mostraron el presidente del TSJ, José Luis Concepción, que abogó por dar «normalidad institucional», y el del Consejo Regional de Cámaras, Antonio Miguel Méndez Pozo, que propuso «contribuir desde la capilaridad». Mientras, las Opas insistían en devolver el debate a las necesidades de Castilla y León y del campo, informa Ical.
Desde la tribuna tranquila que un día les observó, Mañueco recibió también el respaldo de sus predecesores. Juan Vicente Herrera le deseo «toda la suerte del mundo» con un gobierno «democrático», que Juan José Lucas definía «fuerte» y del que dentro de un año la gente se «alegrará», y que Jesús Posada defendió como «el único posible» y negó «intranquilidad» al respecto.