Sociedad
Castilla y León registra la tasa más baja de condenados: 5,1 por cada 1.000 habitantes
Es la quinta en menores penados, con una proporción de 9,2 por millar, dos puntos por encima de la media
La comunidad con la tasa más baja de condenados adultos en 2016, según las cifras publicadas ayer por el INE (Instituto Nacional de Estadística). Con una ratio de penados de 5,1 por cada mil habitantes, la región arroja la proporción más reducida del conjunto del país, dos puntos inferior a la media nacional (7,1) y muy lejos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que con 23,2 y 19,3 por cada mil habitantes, respectivamente, se sitúan al frente y distanciadas en la tabla. Justo por encima de Castilla y León, Castilla-La Mancha, con 5,2, y Navarra, 7,9. En total, 10.551 personas de 18 o más años recibieron alguna notificación de condena en la región el pasado año (271.526 en el conjunto de España). En términos absolutos es Andalucía, con 53.174, la que más penados contabilizó.
Con 14.307 delitos registrados en 2016, también se sitúa entre las comunidades con inferior ratio
También en la tasa de delitos la Comunidad presenta unos buenos registros. En el «pódium» de cola, de nuevo junto a Castilla-La Mancha (6,8) y Navarra (7,9), arroja una de las cifras más bajas: 6,9 por cada mil habitantes, tres puntos menos que la media estatal. Aunque en valores absolutos sube en el «ránking» hasta el octavo puesto: 14.307 de los 365.202 contabilizados en todo el territorio nacional, de nuevo con Andalucía en el primer puesto (70.693).
En menores escala a la quinta posición
Menos positivo es el balance si se mira a los menores (de 14 -antes son inimputables- a 17 años). La región escala hasta el quinto puesto, con una tasa de 9,2 condenados por cada mil habitantes (738 penados en total), dos puntos más que la media nacional. Eso sí, muy lejos de Ceuta, donde la proporción se eleva a 38,7. También es esta ciudad autónoma la que presenta la tasa más alta de infracciones penales cometidas por aquellos que no han alcanzado la mayoría de edad: 60,1 por cada mil habitantes. Castilla y León, con 14,9, se coloca en el séptimo puesto, 2,7 puntos por encima del promedio nacional (12,3). En total, los jóvenes de entre 14 y 17 años cometieron 1.198 infracciones penales en Castilla y León, en su mayor parte delitos (1.135) y muy pocas faltas (63).
Son más ellos, tanto menores como adultos, quienes infringen la ley. De los 738 menores condenados, 540 eran chicos y 198, chicas, siendo más los nacionales (620) que los de procedencia extranjera (118). Entre los mayores, 8.628 hombres y 1.923 mujeres penadas.
«Pluridelincuentes»
Pese a su corta edad, ya hay «pluridelincuentes» que cometen los delitos o faltas a pares, pues si bien es cierto que sobre casi todos únicamente pesa una infracción penal (523 casos), hay 215 que acumulan dos o más. Con una medida pesando sobre ellos estaban la mayoría (562), pero sobre 176 había dos o más. Y estás son de diverso tipo. En total, los juzgados de menores dictaron en Castilla y León 1.043 órdenes sobre algún menor por saltarse la ley. Y las hay de todo tipo, desde la libertad vigilada (276) y la prestación de servicios a la comunidad (270), los tipos más frecuentes, al tratamiento ambulatorio (11). También dictaron el internamiento (abierto, cerrado, semiabierto o internamiento) en más de un centenar de ocasiones y la prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima (31).
Entre los 14 y 17 años, casi no hay diferencias a la hora de saltarse las normas y prácticamente las infracciones se reparten por igual sin distinguir la edad. En cuanto a los mayores, es en el tramo de entre 41 y 50 años donde se acumulan más condenados, con cerca de 2.300, pues también son los que comenten más delitos, aunque los hay en todas las franjas de edad, desde la horquilla de 18 a 20, con 859 penados en Castilla y León en 2016, a la de quienes superan los 70 (174) o están en el grupo anterior, con 450.
Abundan más los condenados españoles (8.822) que los extranjeros (1.729), y entre los foráneos, son amplia mayoría quienes provienen de un país de la Unión Europea.
Haber cometido un solo delito es lo que llevó al banquillo a casi todos (8.410 de 10.551), tanto en hombres como en mujeres, pero también que fueron «cazados» acumulando más de tres. A casi 3.800 se les impuso únicamente una pena, pero a casi otros tantos dos y a 768 más de cinco. En total, 26.660 sentencias condenatorias que enviaron a prisión en 5.339 casos (4.444 hombres y 695 mujeres). Pero también hubo otras modalidades como prohibición de aproximarse a la víctima, trabajos en beneficio de la comunidad o prohibición de tenencia de armas, en más de un millar de ocasiones cada caso. Y a 4.284 se les condenó a inhabilitación especial para el empleo. Eso sí, en casi un tercio de los casos se solventó con una multa y hubo 27 órdenes de expulsión del territorio nacional para ciudadanos extranjeros.
Hurtos, la mayoría
Los delitos que les sentaron en el banquillo de los acusados fueron de lo más variado, incluidos 12 homicidios, 8 asesinatos y 34 homicidios por imprudencia, además de dos de tortura. Los más numerosos, los cometidos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, casi 4.900, de ellos 2.041 por hurtos.
Noticias relacionadas