Castilla y León registra su récord de inmigrantes «con papeles»
Cerró el año 2019 con un total de 185.842 foráneos con tarjeta de residencia en vigor

La recuperación económica de los últimos años, que ahora se verá truncada por la crisis generada por el coronavirus, atrajo a miles de inmigrantes a Castilla y León, que cerró el año pasado con la cifra más alta de su serie histórica, con 185.482 foráneos con certificado de registro y tarjeta de residencia en vigor, informa Ical.
El dato se consigue después de tres ejercicios de crecimiento constante en la llegada de inmigrantes de forma regular. El anterior mejor registro se produjo en el año 2011, cuando la Comunidad contaba con 183.454 foráneos «con papeles», una cifra que se desplomó por la recesión hasta el suelo de 2016, cuando se redujo hasta los 172.621, para iniciar de nuevo su ascenso, con 176.011 en 2017, 179.179 en 2018, y los 185.482 del cierre de 2019. Es decir, el año pasado se disparó el registro de foráneos con tarjeta, que creció en 6.303 personas, según los datos consultados por Ical que facilita el Observatorio Permanente de la Inmigración del Gobierno .
El último informe constata que a fecha 31 de diciembre había en Castilla y León un total de 132.955 inmigrantes del régimen de libre circulación de la Unión Europea, frente a los 52.527 del general, lo que supone que los primeros aumentaron en el último año en 3.606 individuos, mientras que los segundos, lo hicieron en 2.697 personas.
Las cifras que facilita el Ministerio de Inclusión Seguridad Social y Migraciones revelan que dentro del régimen de libre circulación, 32.388 personas tenían residencia permanente en la Comunidad; aunque 63.439 estaban en la Comunidad por un «motivo no determinado». Asimismo, había al cierre de 2019, un total de 6.563 personas como familiares; 3.113 foráneos por estudios; 1.965 por residencia no lucrativa; y 9.597 por trabajo por cuenta ajena y 788 autónomos. La edad media de este colectivo se situó al cierre de 2019, en los 39 años.
Por lo que se refiere el régimen general, cabe destacar que 43.258 ya contaba con la residencia de larga duración; 2.016 estaban en su primera renovación; 243 en la segunda; y 3.463 en situación inicial, junto a 851 por arraigo y 1.282 por razones humanitarias. Además, 2.955 estaban en la Comunidad por reagrupación familiar, y 834 tenía residencia lucrativa. El informe indica, asimismo, que 2.704 inmigrantes trabajaban por cuenta ajena y 145 eran autónomos. Este colectivo presentaba una edad media de 33,6 años, inferior a la de los europeos.
Rumanos y marroquíes
Los datos del Gobierno ponen de relieve que dentro del régimen de libre circulación, el colectivo más numeroso que residía de forma legal en la Comunidad, a 31 de diciembre de 2919, era del de los rumanos, con 44.296 individuos, seguido por el de los búlgaros con 33.982. Asimismo, se contabilizaban 19.196 portugueses; 4.556 italianos; y 3.799 polacos.
Un análisis del régimen general, precisa que la comunidad con más individuos con esta regulación estaba integrada en el balance del año pasado, por los marroquíes, con 21.995 personas, seguidos por los chinos, con 3.911. Además, había 3.260 colombianos; 2.714 ecuatorianos; y 1.991 dominicanos.
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