XXXIV ANIVERSARIO DEL ESTATUTO
Castilla y León reconoce a sus paisanos de allende los mares
Un emotivo acto sirve para conmemorar en las Cortes autonómicas el 34 aniversario de la norma básica de la Comunidad
La emoción fue la nota predominante durante esta mañana sabatina de sábado en las Cortes, en la casa del pueblo, de todos los castellanos y leoneses. Precisamente, ese fue el empuje que se buscó durante la celebración del 34 aniversario del Estatuto de Autonomía : que todos los habitantes de la Comunidad pudieran reconocer a sus paisanos del otro lado del Atlántico, centrados en las figuras de los emigrantes que, por razones sociales y económicas de diferentes etapas de la historia contemporánea, se vieron en la obligación de marcharse. Casi todos a América y cerca de un 90 por ciento a Argentina, México y Cuba . Por ello, en las casas regionales de estos tres países recayó el homenaje celebrado hoy en el Parlamento regional, en una conmemoración que no se celebraba en sábado desde los años 90, informa Ical.
Más de 150 invitados asistieron al acto institucional, presidido por todas las banderas americanas que hoy ocuparon un lugar privilegiado en el Hemiciclo, y que que arrancó con la proyección de un video con el testimonio de emigrantes castellanos y leoneses. Asistieron representantes de distintas instituciones, entidades sociales, sindicatos y organizaciones locales. Además, dado que la Medalla de Oro del Parlamento Autonómico recayó en los emigrantes de la Comunidad, también asistieron representantes de las casas regionales en América, en el País Vasco y en Navarra; así como de la Federación de Casas Regionales de Castilla y León.
«Es un amor correspondido», espetó en su discurso Sergio Rabanillo , quien ocupara la Presidencia de la Agrupación de Asociaciones Castellanas y Leonesas en Cuba . Un amor que se reflejó en los innumerables besos y abrazos que este colectivo dejó sentir durante la mañana. Fue la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente , quien dio la bienvenida a Rabanillo, a Pedro José Díez -quien no pudo asistir y en su lugar lo hizo María del Mar Díaz - y a Pedro Bello , representantes de las casas mexicana y argentina, respectivamente.
Clemente consideró que este era un acto necesario y lo argumentó en que entre 1880 y 1960 fueron más de 4,5 millones de españoles los que emigraron a países del continente americano, de los que 350.000 eran nacidos en la Comunidad. En la actualidad son unos 160.000 los castellanos y leoneses residen fuera de Castilla y León, de los que el 60 por ciento se encuentra en América.
Por ello, por las cifras, por los sentimientos, «el amor correspondido» , el mantenimiento de una identidad a miles de kilómetros y de las culturas y tradiciones, todos los presentes coincidieron en que la entrega de la Medalla de Oro era justa, algo que se pudo escuchar durante el tradicional vino y canapé celebrado en los pasillos centrales del Parlamento con productos de Castilla y León.
Acudieron junto a los procuradores, alcaldes de capitales de provincia, como el de León y Salamanca, Antonio Silván y Alfonso Fernández Mañueco (también procuradores), así como el de Palencia, Alfonso Polanco , que preside la Federación Regional de Municipios y Provincias. Además, presidentes de diputaciones, como el de León, Juan Martínez Majo ; los senadores por la Comunidad Ignacio Cosidó (PP) y Óscar López (PSOE), así como diputados nacionales. Les acompañaron la delegada del Gobierno, María José Salgueiro ; el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos ; el embajador de Cuba en España, Eugenio Martínez Enríquez ; el coronel jefe de la Guardia Civil en Valladolid, Juan Miguel Recio ; y el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez .
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