Castilla y León pierde en diez años el 45 por ciento de las sucursales bancarias
Fernández Carriedo reconoce que es un problema que afecta principalmente al medio rural y Vox reclama medidas para acabar con la «desertización» financiera
Castilla y León ha perdido en diez años el 45 por ciento de las sucursales bancarias (1.319), una situación que afecta especialmente al medio rural y, sobre todo, a las personas mayores, menos acostumbradas a manejarse con las nuevas tecnologías.
Son datos aportados por el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, a la pregunta de la procuradora de Vox, Fátima Pinacho, sobre las medidas que está adoptando la Junta ante la desaparición de estos servicios.
Según Carriedo, las actuaciones de su departamento pasan por pedir a las entidades financieras que refuercen su compromiso con los territorios y en colaborar con las entidades locales en sus iniciativas.
Por su parte, Pinacho habló de «desertización financiera» y apuntó que el problema se agudiza en el medio rural por la falta de acceso a internet y, por lo tanto, a la banca digital. Además, aseguró que los procesos de reestructuración bancaria están generado ciudadanos de segunda que no pueden acceder a un servicio tan básico.
La procuradora de Vox reclamó un proceso de negociación activo con las entidades financieras para que se garantice este servicio, así como la puesta en marcha de un proceso legislativo para que la inclusión financiera sera considerada un servicio básico para el mantenimiento de la población rural. También pidió a la Junta que reclame al Gobierno a que exija la prestación de este servicio a las entidades bancarias en las que el Estado tiene participaciones.
Por último, Carriedo replicó a Pinacho que su propuesta no deja de ser una paradoja, dado que Vox, un partido que no cree en el sistema autonómico, se dirige en este caso a la Junta para intentar resolver un problema de la vida cotidiana de las personas.
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