Castilla y León encara la Navidad con 5.002 positivos, el máximo en pandemia
La Junta descarta por el momento más restricciones con la incidencia disparada y una situación hospitalaria que empeora pero a un ritmo menor
Las fiestas navideñas ya están aquí y Castilla y León afronta estas fechas con la cifra más elevada de contagios durante toda la pandemia. Este jueves se registaron en la región 5.002 nuevos positivos, un dato récord registrado en esta virulenta sexta ola en la que las infecciones se han disparado hasta llegar a las casi 17.000 en tan solo una semana. Ante este escenario, la Junta mantiene su apuesta por intensificar la vacunación, como arma principal contra el Covid, realizar el mayor número de test posibles y reforzar el rastreo de los contactos de los positivos.
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Castilla y León descarta, así, por el momento más restricciones, tal y como adelantaba el miércoles el jefe del Gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, tras la Conferencia de Presidentes y a la espera de que el Gobierno central publique el Decreto Ley con las nuevas medidas para frenar la pandemia. Una vez que revise ese documento, reunirá de nuevo a su comité de expertos para decidir si pone en marcha nuevas acciones. Por el momento, no hay fecha para se encuentro de los especialistas, según reconoció el jueves el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, tras la celebración del Consejo de Gobierno. Lo que sí recomiendan desde el Ejecutivo autonómico es reducir el número de personas –no especifica a cuántos— y los núcleos familiares en las comidas y cenas que tienen lugar durante estos días festivos.
Reforzar Atención Primaria
Otra de las medidas que adoptará la administración regional para intentar poner coto a la escalada desbocada de contagios de los últimos días es la puesta en marcha de unidades móviles para la realización de test ante el desabastecimiento de este producto en las farmacias y la saturación de la Atención Primaria. «Se acercarán a las áreas, municipios o zonas donde la incidencia sea más elevada para las personas que tengan síntomas y lo deseen», subrayó ayer el también consejero de Economía y Hacienda, quien detalló, además, que la intención es que los encargados de realizar esos análisis sean personal que no pertenezca a Sacyl, precisamente para «reforzar la Atención Primaria, que lo necesita en estos momentos».
Liberando a los profesionales sanitarios que se encargan de esos tests y acogiéndose a las medidas que prepara el Gobierno de la Nación para contratar a personal, Castilla y León espera rearmar la primera línea de batalla contra el virus, afirmó Carriedo.
Sin embargo, mientras, la incidencia crece a pasos agigantados y ayer alcanzaba los 1.233,15 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días, un dato que se sitúa en 405,73 a una semana. Si anteriormente era éste el indicador fundamental para adoptar las medidas y restricciones, hoy ha pasado a un segundo plano, debido, sobre todo, a que «antes había una correlación muy directa»entre este parámetro y los ingresos en planta y en las unidades de cuidados intensivos y ahora no es así, indicó el portavoz. «Aunque la incidencia crece a un ritmo alto, esto no se traslada a la UCI», enfatizó.
Y es que ayer la situación hospitalaria permanecía aún contenida en la región, aunque los ingresos se incrementan día a día . La ocupación de las camas de críticos por pacientes de Covid era un 23,56 por ciento con 90 ingresados, mientras que en las plazas de hospitalización ordinaria se situaba en un 6,28 por ciento, dentro de un riesgo medio, con 380 personas atendidas en planta. Estos datos, que nada tienen que ver con los peores momentos de la pandemia, se deben en gran medida a la vacunación y a que Castilla y León cuenta ya con un «90 por ciento de su población diana inmunizada con dos dosis». Una protección en la que la Junta ha hecho los deberes y ya cuenta con más de un «80 por ciento de los mayores de 60 años» con la tercera inyección, «un objetivo que el Gobierno se ha marcado para final de año», subrayó Carriedo.
Sí incidirá Castilla y León en el rastreo de los contactos de las personas contagiadas y, por ello, a los sesenta rastreadores militares que solicitó la Junta la semana pasada se unen a hora otros sesenta, de forma que la Comunidad reclama en total 120 para que puedan comenzar a la mayor brevedad.
Los cambios al frente de la Consejería de Sanidad —esta semana Mañueco cesó a Verónica Casado tras convocar elecciones anticipadas— no han provocado modificaciones en el comité de expertos que asesora al Gobierno regional ante la pandemia, detalló el portavoz, quien defendió, además, ante las críticas de que el último informe de este órgano había sido desoído por la administración regional, que se han cumplido «un 70 por ciento» de sus recomendaciones . Por último, Carriedo confío en que el Gobierno sea sensible a la petición realizada ayer por Castilla y León, una comunidad «muy dispersa y con mucho espacio natural y rural», para que la mascarilla no tenga que ser obligatoria en esas zonas.