Castilla y León cumple con el objetivo europeo y da una segunda vida al 75% de los residuos de la construcción
La UE marcó el reto de valorizar el 70% de estos desechos en 2020, porcentaje que la Comunidad superó en 2016
En años de intensa actividad económica y constructiva se pueden llegar a generar en Castilla y León hasta 1,9 millones de toneladas de residuos procedentes de la actividad de este sector. La mayoría no son peligrosos pero su acumulación en vertederos genera un impacto ambiental y sobre la salud con la masificación de estas instalaciones. Compuestos, en general, en torno al 60-70 por ciento de materiales minerales, su reaprovechamiento permite una alternativa al consumo de recursos naturales por la que Europa ha asumido el reto de apostar. Así, una directiva comunitaria insta a los países miembros desde hace una década a cumplir el año que viene con el objetivo de que el setenta por ciento de este tipo de desechos sean valorizados y tengan una segunda vida . Una meta, que Castilla y León se marcó por ley y que ya ha alcanzado.
En concreto, la recuperación rondó en 2017 -últimos datos disponibles- al 75 por ciento del volumen de residuos de construcción y demolición generados que han llegado las plantas de tratamiento que existen en la Comunidad, donde se superó ya en 2016 el objetivo de recuperar todos los desechos salvo los peligrosos y los materiales en estado natural calificados como tierra y piedras.
Los porcentajes se calculan al comparar la entrada anual de desechos a estas instalaciones con las cantidades que salen de las mismas con una segunda oportunidad. No alcanza al cinco por ciento del total la fracción rechazo destinada a vertedero . Y «quedaría una importante cantidad almacenada en espera de demanda para su empleo en obra», explican desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
Las cifras apuntan a que se permitió valorizar más de 900.000 toneladas de residuos en 2017, cuando la entrada en las plantas de tratamiento fue de 1.2 millones de toneladas, el doble que un lustro atrás.
Cinco millones de toneladas
Para su tratamiento, actualmente se dispone de un total de 70 plantas autorizadas, con una capacidad de recepción de residuos aproximada de cinco millones de toneladas . Por otra parte, hay una veintena de zonas de transferencia autorizadas para facilitar la recogida de residuos de lugares alejados. Además, en lo que respecta a los desechos domésticos de estas características, cuya competencia es municipal, se están actualmente implantando distintos sistemas por parte de los consorcios provinciales y de las diputaciones basados en una red de zonas de aportación o recogida que den servicio al ciudadano. Desde allí, se envían los residuos a las distintas plantas de tratamiento.
Los áridos reciclados obtenidos del tratamiento se emplean como sustitutos de materias primas en el sector de la construcción y de materiales naturales la restauración de espacios ambientalmente degradados. En torno a un sesenta por ciento de las salidas de estas plantas se trataría de pétreos valorizados, de los cuales una décima parte tienen como destino la propia obra en la que se han generado y seis de cada diez en huecos mineros. La mayoría acaban en otros proyectos.
Por otra parte, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha impulsado, en colaboración con las diputaciones y los consorcios provinciales para la gestión de residuos, el desarrollo de un programa para la recuperación ambiental de zonas degradadas por el depósito de residuos inertes en la Comunidad con el fin de restaurar escombreras, así como actuaciones orientadas a disuadir y evitar que los depósitos de residuos vuelan a formarse en el territorio.
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