Castilla y León considera «casi imposible» suprimir las recuperaciones de la ESO con el curso en marcha
La consejera Rocío Lucas muestra sorpresa y descontento por una norma «que cambia las reglas una vez empezado el juego»
El nuevo Real Decreto educativo aprobado por el Consejo de Ministros, que suprimirá los exámenes de recuperación en la ESO , llevó ayer a que se pronunciase la consejera de Educación, Rocío Lucas. «Nos ha causado sorpresa porque teníamos el compromiso de la ministra de no aplicarlo este curso», declaró. La consejera mostró su descontento y aseguró que es «cambiar las reglas una vez empezado el juego» y que pone a más de una comunidad en dificultades, porque suprimir esos exámenes extraordinarios «fundamentales» y abrazar las adaptaciones curriculares necesarias será «muy difícil de cumplir, prácticamente imposible». Si bien Lucas indicó que su departamento «tendrá que analizarlo», también advirtió que actuarán dentro de su margen y que apostarán por la calidad.
La reacción llegó en el marco de la presentación del programa de renaturalización y adaptación al cambio climático de patios. Este ya tiene a sus elegidos: 65 centros escolares de Castilla y León (de los 243 que se presentaron a la convocatoria) llevarán a la realidad sus iniciativas, según presentaron tanto Lucas como el consejero de Fomento y Medioambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Sobre el papel ya se han previsto planes de rearbolado, jardines verticales, huertos educativos o la sustitución de zonas de pavimento por otras verdes, todo ello con vistas a utilizar esta riqueza natural en las propias actividades del centro.
Ahora, cada colegio o instituto seleccionado recibirá entre 50.000 y 150.000 euros, en función de las obras necesarias y gracias a los cuatro millones de Fondos Feder que aporta de forma íntegra la Unión Europea. Aunque los plazos de inicio de los arreglos varían de un centro a otro, el proyecto se habrá liquidado antes de que termine 2023. «Es la primera iniciativa de este tipo en España», celebró Suárez-Quiñones, que añadió que «es un proyecto muy bonito que se ve con muy buenos ojos desde la UE» y que va a actuar como «elemento transformador» en un sistema que forma a los hombres y mujeres que «recogerán mañana la bandera en contra del cambio climático». Y es que el objetivo de ambas consejerías es conseguir unos patios «más verdes, más sostenibles» para que los niños «adquieran conciencia del mundo en el que viven», explicó Lucas. También recordó el buen punto de partida respecto al conocimiento del entorno que reflejan los alumnos en sus resultados en los informes PISA.
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