Plan de Residuos

Los castellano y leoneses reciclan diez kilos más al año de envases que hace una década

De media cada ciudadano depositó 47,9 kilos de desechos en los contenedores amarillo, azul y verde

Un niño tira un brick a la basura ABC

M. G.

Casi 47,9 kilos de envases recicló en el pasado año cada castellano y leonés. Sumando todos estos desechos darían para llenar nueve estadios de fútbol como el José Zorrilla de Valladolid . Once de esos kilos fueron a parar al contenedor amarillo de plásticos, latas y briks; 18 al de papel y cartón; y otros 18 al de vidrio. La cantidad pone de relieve una buena tendencia en la concienciación de la ciudadanía si estos datos se ponen en comparación con los de hace una década, cuando, de media, el volumen desechado rondó la treintena de kilos por persona, 17,9 menos que en el anterior ejercicio 2016 .

La cada vez mayor recepción de la necesidad de reciclar para reconciliarse con el medio ambiente permite reducir el impacto que, por un lado, produce la generación de nuevos envases; y, por otro, el daño de que éstos no acaben en las plantas de tratamiento adecuadas porque sus dueños no separaran las basura. Sirva de ejemplo que con seis bricks de leche se hace una caja de zapatos y ochenta latas de refresco se convierten en una llanta de bicicleta. Mientras, si un envase de plástico es abandonado a su suerte donde no debe tardará 700 años en desintegrarse.

Con la importancia de estas acciones individuales de la ciudadanía en mente, desde la Junta de Castilla y León se trabaja en el desarrollo de Plan Integral de Residuos de Castilla y León acordado en 2014 para asumir los principios marcados por la Unión Europea esta materia. En esta línea, se contempla para este 2017 una cuantía de medio millón de euros en los Presupuestos autonómicos aprobados a mediados de junio para la implantación de programas de prevención, análisis y tratamiento de suelos contaminados, impulso a la rehutilización de materiales y autorización de nuevas infraestructuras necesarias para la gestión de residuos industriales.

Un hombre deposita una botella de viidrio en el contenedor verde ABC

El objetivo del Ejecutivo autonómico es afianzar la economía circular frente a la lineal de usar y tirar con un modelo que implemente los propios flujos de la naturaleza para cerrar los ciclos productivos y conseguir la máxima eficiencia y sostenibilidad. Papel y cartón, vidrio, envases, aceite vegetal, aparatos eléctricos, pilas ... La separación de la basura es clave en el proceso y una de las principales batallas a combatir. De acuerdo con los últimos datos disponibles, hace dos años el 55 por ciento de los residuos pudieron ser recuperados en los procesos de clasificación de la basura en los centros de tratamiento. La meta es elevar ese porcentaje, que crece paulatinamente cada año al compás de una sociedad que cada vez separa más y lo hace correctamente.

Entre los objetivos que se marcó en sus inicios el Plan Integral de Residuos de Castilla y León figuraba la disminución en un diez por ciento de los residuos en 2020 , manteniendo la tasa de recogida de desechos domésticos en una cantidad inferior a 470 kilos por habitante al año –actualmente es de poco más de uno por persona al día– y reducir la cantidad de rechazo del tratamiento de los residuos que se envían a vertederos.

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