Casado: «Si no reformamos la sanidad, los problemas de hoy serán una broma»

«No hacer nada sería irresponsable», advierte la consejera en su comparecencia en las Cortes

La consejera saludó a los procuradores de la comisión antes de comenzar su comparecencia F. HERAS

Montse Serrador

Casi dos horas y media ha empleado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en su comparecencia de este viernes en las Cortes autonómicas para dar cuenta del balance de los dos primeros años de la legislatura. No se recuerda una exposición tan extensa en el Parlamento autonómico, si bien es cierto que ha sido su departamento el que ha acaparado buena parte de la actividad del ejecutivo regional desde que hace ya año y medio estallase la crisis sanitaria provocada por el Covid. Fue precisamente la pandemia la que dejó en los cajones la mayoría de las iniciativas, ante la necesidad de hacer frente a una infección sin precedentes. De ahí que Casado haya empleado buena parte del tiempo en recordar las cinco olas que han dejado en la Comunidad 296.145 afectados, 29.409 pacientes tratados en hospitales, 2.429 en la UCI y 7.211 fallecidos, de ellos 6.074 en los hospitales. Precisamente este viernes se contabilizaron 262 nuevos casos y cuatro fallecidos, en una jornada en el que la incidencia bajo por primera vez desde julio de los 200 casos por cada 100.000 habitantes.

Tras el relato pandémico, Casado se ha centrado en uno de los proyectos que el coronavirus paralizó pero que en las últimas semanas ha vuelto a cobrar protagonismo: la reforma del sistema sanitario y, más concretamente, de la atención primaria .

La consejera ha defendido con contundencia una reordenación que se está encontrando con una importante oposición ciudadana en el medio rural -ante el temor a que se lleve a cabo el cierre de consultorios- de la que la oposición parlamentaria, especialmente el PSOE, ha hecho bandera. De ahí que Casado se emplease a fondo para justificar una reforma con afirmaciones tan rotundas como alarmantes: «No podemos mantener un sistema que presenta signos de agotamiento» ; «no hacer nada sería irresponsable», o, «no podemos seguir igual, es el momento de hacer cambios, si no los hacemos, los problemas actuales van a ser una broma».

Después, ha puesto sobre la mesa cifras y datos que justifican la inviabilidad del modelo actual sobre todo porque falla uno de sus principales agentes: los profesionales sanitarios. El envejecimiento de la plantilla (la media es de 54 años), las previsiones de jubilación -sólo este año 203, que serán 247 el que viene-, y 18 especialidades en precario -sobre todo medicina de familia y pediatría-, auguran un panorama muy poco alentador. Por ello, la solución pasa por «reordenar y reforzar» la Atención primaria aunque, ha insistido la consejera, sin tocar la proporción de 60 por ciento de profesionales en el medio rural y 4o en el urbano y mucho menos, ha remachado, intercambiarlos de un lugar a otro. Eso sí, se realizará una redistribución de cupos para que no haya facultativos con menos de 400 tarjetas sanitarias, como sucede en la actualidad y, sobre todo, «que haya un médico de familia y una enfermera asignados a cada ciudadano». «El paciente tiene que saber el nombre y apellido de cada uno», ha afirmado.

Sanitarios liberados

Otra de las medidas, según ha anunciado la consejera, pasa por la redistribución de las tareas para eliminar la burocracia que hasta ahora se ven obligados a realizar médicos y enfermeras . Con este objetivo, se contratará más personal administrativo que libere a los sanitarios de esta labor para que puedan centrarse sólo en la atención al paciente. Pero a pesar de estas actuaciones, la falta de profesionales «con una oferta mucha mayor que la demanda», hace necesario medidas a gran escala que sirvan para el conjunto de la nación dado que el problema es común a todas las autonomías. Actuaciones que, explicó la consejera, se deben adoptar ya desde la EBAU y, por supuesto, en las facultades de Medicina, ampliando los cupos de alumnos que cada año pueden acceder.

En la otra etapa, la de la formación de especialistas (MIR), la Comunidad viene incrementando el número cada año y ha pasado de los 576 de 2019, a los 631 de 2020 y los 782 que ha solicitado este año pero que aún el Ministerio tendrá que autorizar. También se ha pedido la acreditación de nuevas unidades de formación los hospitales de Miranda, Aranda y Medina del Campo.

La siguiente pieza para reordenar la sanidad tiene que ver con la tecnología teniendo en cuenta que «la conectividad es clave para la asistencia en red y para hacer más eficiente el sistema» . De ahí que se apueste por el «maletín digital» y el «profesional conectado», proyectos aún pendientes de desarrollo. De momento, se sigue avanzando en conectar los consultorios médicos del medio rural y así en 2020 fueron 420 los que se han acoplado a la red y ya son 1.920, el 92,4 por ciento del total.

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