Casado promete en Ávila una Ley de Concordia que sustituya a la Ley de Memoria Histórica cuando llegue al Gobierno
En una jornada de preparación de la convención del partido, el presidente del PP aseguró que concordia es «los seis pactos que venimos ofreciendo al Gobierno sin respuesta»
El presidente nacional del PP, Pablo Casado, ha anunciado este lunes en Ávila que en cuanto el Partido Popular llegue al Gobierno de España sustituirá la Ley de Memoria Histórica por «una Ley de Concordia que ya tenemos hecha y que solo en el preámbulo cuantifica en 16.000 millones de euros desde año 1975 lo que el Estado, no solo Gobierno de la nación sino autonomías, diputaciones y entidades locales, han ido dando a las familias republicanas desde que hay democracia en España».
Según ha avanzado, se trata de «una ley muy completa que aborda el ámbito de lo público (el funcionariado, la educación, la justicia o el ejército) y, sobre todo, que es en positivo», subraya Casado, quien también ha añadido que en el partido «estamos redactando textos legales» en ámbitos como el económico, el de la administración o el educativo para estar preparados para cuando «lleguemos al Gobierno». Aquí ha puesto de ejemplo el Gobierno del 96 de Aznar, que «en cien días tuvo que presentar diez reales decretos para desfibrilar España», o el Gobierno del 79, en este caso por «su transversalidad, la entrada de independientes y la convergencia económica tendente a llegar a las instituciones europeas» y que sienta «las bases de los gobiernos siguientes durante décadas».
Pablo Casado ha realizado estas declaraciones en el marco de su participación en una jornada de preparación de la Convención del PP que se celebrará el próximo otoño y que, bajo el título ‘Concordia, Constitución y Patriotismo’, ha contado con dos mesas de expertos y representantes de la sociedad civil y se ha celebrado en el establecimiento hotelero La Casa del Presidente, en la que en su momento fue la residencia de Adolfo Suárez en la ciudad.
La figura del ex presidente del Gobierno ha estado muy presente en toda la cita no solo por el enclave elegido o por que la inauguración corriera a cargo del presidente de la Fundación Concordia y Libertad, Adolfo Suárez, sino porque el espíritu de la Transición ha marcado el contenido de la mesa redonda ‘La Concordia, base de nuestra Constitución y del éxito de nuestra democracia’, en la que ha participado el propio Casado junto al ex ministro y presidente de la Fundación Transición Española, Rafael Arias Salgado, y el ex ministro y diplomático Ignacio Camuñas.
Tras defender el «patriotismo constitucional» como la nación de «ciudadanos iguales y libres ante la ley» y alertar de que «el estado social vuelve a poner en jaque su viabilidad por la recuperación de políticas económicas fracasadas por los integrantes comunistas de la coalición de Gobierno», el presidente del PP ha asegurado que «la concordia son los seis pactos que venimos ofreciendo al presidente del Gobierno sin más respuesta que el insulto y las ‘fake news’».
Así, ha dicho que «concordia es haber hecho una ley de pandemias entre los dos principales partidos y no aprobar un estado de alarma que es un estado de excepción encubierto», asegura, para añadir que concordia también es «hacer un pacto educativo de verdad» y «utilizar bien los fondos europeos para los españoles». En este punto remarca que «propusimos crear una entidad independiente para su gestión» y califica de «clientelismo, sino de corrupción si no se hace bien», el sistema de reparto de los fondos.
Concordia
En esta línea, ha añadido que concordia es «tener un país más unido» y «plantear un reforzamiento institucional», a la vez que defiende la posición del PP frente a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y vuelve a tender la mano «si respetamos la separación de poderes». «El PP no bloquea la renovación de las instituciones constitucionales, todo lo contrario, estamos dispuestos a renovarlas, siempre y cuando se cumpla con el mandato de la Constitución y de la UE, que no es mucho pedir; si lo hiciéramos de otra forma estaríamos hablando de la politización institucional de la que adolece España y que ya es insoportable», señala, citando los «ataques sin precedentes al Tribunal de Cuentas, al Supremo o al Constitucional». «Saquen sus manos del poder judicial, yo no quiero tener nada que ver con el CGPJ, cumpliré lo que dice la Constitución», ha asegurado.