Casado ve en Castilla y León un «ejemplo» para Madrid y Murcia

Alfonso Fernández Mañueco ha jurado el cargo como nuevo presidente de la Junta de Castilla y León en lo que ha significado mucho más que una toma de posesión para los populares. Es el primero del PP que lo hace tras las elecciones del pasado 26 de mayo y que, además, amarra el poder gracias a acuerdo entre los populares y Ciudadanos. Toda una carga de simbolismo que en la dirección de Génova confían en que sirva para marcar el camino en otras comunidade s donde el pacto se resiste. Así lo ha reconocido el propio presidente nacional de la formación, Pablo Casado, quien ha puesto la Presidencia de Mañueco y el pacto con Cs «como ejemplo de lo que tiene que pasar en los próximos días» en la Comunidad de Madrid y en la Región de Murcia , donde Vox se resiste a sumarse al entendimiento con las otras dos fuerzas.

«Soy positivo» y «optimista» respecto a lograr ese acuerdo en estas comunidades, ha señaldo Casado, quien valoró la abstención del diputado autonómico de Vox para la investidura de Mañueco, aunque en este caso su voto no era necesario. Un mensaje a los de Santiago Abascal para decirles que es posible adherirse a los acuerdos de gobierno de PP y Cs, partiendo de la base de que tienen «puntos en común».

Casado ha agradecido la «posición responsable» de la formación naranja en Castilla y León y de quien fuera su candidato y llamado a ser vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. Ha resaltado el «extraordinario» trabajo realizado durante 18 años por quien ayer dejó de ser presidente, Juan Vicente Herrera. «Deja el pabellón muy alto», ha reconocido. «Pero se lo deja al mejor», ha apostillado, en referencia a Alfonso Fernández Mañueco. «Una persona con experiencia», que ha sido alcalde, presidente de diputación y consejero, por lo que «conoce perfectamente esta administración y las necesidades de los castellano y leoneses». Por ello, se ha mostrado «muy orgulloso y esperanzado» con el trabajo que realice al frente de la Junta en ese gobierno en coalición con Ciudadanos.

El simbolismo e importancia de mantener el poder en uno de los feudos en los que el PP lleva gobernando más de treinta años se ha evidenciado también en la d estacada presencia de populares , entre los que también se encontraba el expresidente Mariano Rajoy y la exvicepresidenta y rival de Casado en las primarias, la vallisoletana Soraya Sáenz de Santamaría .

En su discurso, Fernández Mañueco ha i ncidido en que el «diálogo» a todos los niveles marcará su mandato en el que prometió ser «leal» al Ejecutivo central «en la construcción del futuro de la Nación y en la defensa de la unidad de España», pero también «exigente» en sus reivindicaciones.