Cargos de Cs admiten el «pucherazo» y piden echar del partido a los culpables

El portavoz y un edil de Salamanca quieren que «se juzgue y condene» a los responsables

El secretario de Comunicación de Cs, Pablo Yáñez, fue el primero en dimitir tras el resultado ICAL

J. M. A.

Dos días después de que Ciudadanos tuviera que reconocer las irregularidades detectadas en el proceso de primarias en Castilla y León y de que el resto de partidos lo criticara públicamente, ayer por primera vez dirigentes de la formación naranja hablaron sin ambages de lo que denominaron como «un pucherezao cutre y salchichero». Sin que la Comisión de Valores y Garantías del partido haya dado aún explicaciones del origen de los 82 votos «ilegales» que fueron a parar a la ex del PP, Silvia Clemente, para convertirse en candidata a presidir la Junta durante unas horas -hasta que su rival, Francisco Igea, impugnó y el partido le tuvo que dar la razón y el triunfo-, ayer fueron el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Salamanca, Alejandro González Bueno, y uno de los ediles en el Consistorio charro, Fernando Castaño, los que se hartaron ya y pidieron llegar «al fondo del asunto».

Las dos voces más duras hasta ahora en relación al error provocado por la diferencia entre los votos emitidos y los contabilizados en favor de la segoviana, reclamaron asimismo señalar ya «al responsable» de esta situación, informa Ical.

Desilusión

Durante la rueda de prensa desarrollada en el Ayuntamiento, González Bueno afirmó que su estado de ánimo era de «desilusión por todo lo que ha pasado» y que se encontraba «abochornado y sorprendido por lo ocurrido en lo que debería haber sido un ejercicio sano de democracia interna entre dos opciones». Por ello, afirmó que le gustaría que el Comité de Garantías y Valores de la formación naranja «señalara» a los culpables «para echarles del partido por poner en entredicho un sistema de elección del que estamos orgullosos».

Defendió, en todo caso, González Bueno a la gran mayoría de miembros de Ciudadanos en Castilla y León porque «ningún afiliado va a defender esas conductas», y mostró su esperanza en que la persona o personas responsables «lleguen a los tribunales y se las juzgue y condene», puesto que Ciudadanos no va a «permitir conductas de amaño».

«Oscuridad y caos»

Más directo fue aún el edil, quien aseveró que «se ha generado una situación de oscuridad y caos» y pidió «llamar a las cosas por su nombre». Por ello, no dudó en calificar como «pucherazo» lo sucedido, si bien aseguró que «este pucherazo cutre y salchichero no es de la cúpula».

«¿Qué idiota experto se atreve a coger un ordenador sin modificar siquiera la IP?», se preguntó inicialmente Castaño, para después afirmar que el responsable «no es más que un chorizo de barrio» y reivindicó, frente a esta actitud, a los «compañeros de Ciudadanos que, por ejemplo en Cataluña, se juegan su integridad física por defender la libertad».

Además Castaño, que se reconoció como «de Igea», pidió no dividir «entre un bando sucio y otro limpio» porque es «injusto y falso hacer esa diferenciación». «Pensar que había dos bandos, el de la posesión de la verdad, y otro que traicionaba al partido, es maniqueísmo», continuó, para concluir que «ser de centro es saber que las cosas no son ni blancas ni negras» y que, por ello, «esto no es una guerra de puros contra impuros», puesto que todos sus compañeros de Cs son «muy limpios, menos el chorizo», del que habló en singular.

Mientras, fuentes de Ciudadanos trasladaron ayer a ABC que el comité que estudia los votos fraudulentos prevé llevar el asunto hasta los tribunales si observa algún tipo de comportamiento delictivo cuando concluya la investigación que está realizando desde que el pasado domingo Francisco Igea y su equipo presentaran sus alegaciones.

«Hasta el final»

En la misma línea, el candidato a las elecciones europeas de Ciudadanos, el economista vallisoletano Luis Garicano, principal apoyo de Igea en su finalmente triunfal candidatura, también recava información estos días para saber quien o quienes están detrás de los 82 votos falsos que se contabilizaron en un primer momento para dar la victoria a la expresidenta de las Cortes.

Al respecto, el propio aspirante ya a presidir la Junta de Castilla y León mostró ayer su confianza en que el órgano de control del partido llegue «hasta el final» para conocer «el quién, el cómo y el qué» de este caso. Asimismo, en declaraciones a Europa Press, el también exdiputado por Valladolid reconoció que cuando tuvieron conocimiento de que podría haber una «irregularidad» en la votación no es que se «sorprendieran» sino que, según dijo iteralmente, «casi nos caemos de espaldas», para seguidamente apuntar que actuaron «de forma responsable y exquisita» ya que verificaron que existían dichos fallos antes de actuar y acudir a la Comisión de Garantías y Valores.

«Era un problema serio que alteraba la voluntad de los militantes» y ahora la Comisión de Valores y Garantías esta analizando estos casos tos casos «y a saber si existe algo que está fuera de la legalidad» por lo que esperarán a conocer el informe final de este organismo.

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