El Calderón sube a escena la «apasionante» ópera «Un ballo in maschera» en el aniversario de su estreno en España

El montaje de Verdi, al que pone la música la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, se podrá ver los días 29 y 30 de enero y el 2 de febrero en el teatro vallisoletano

El cantante José Bros también se metió en el papel de Gustavo III en la representación de la ópera el pasado noviembre en Oviedo Ópera de Oviedo

H. DÍAZ

El 31 de enero de 1861 se estrenaba en el Liceo de Barcelona la ópera de Giuseppe Verdi «Un ballo in maschera», dos años después de su estreno absoluto en el Apollo de Roma. Justo cuando se va a cumplir el 159 aniversario de esa primera puesta en escena en España el Teatro Calderón de Valladolid vuelve a subir a las tablas este montaje, la única ópera que se representará en la presente temporada y que se enmcarca dentro de la «apuesta por la lírica» de la escena vallisoletana y que incluye también la representación de una zarzuela para primavera.

El montaje, cuya dirección corre a cargo de Judit Niklai, fue presentado ayer en el Calderón por parte del elenco y el director artístico delt eatro vallisoletano, para quien un montaje de estas características es posible gracias a que se apoya en dos ejes fundamentales: una formación musical de «primer nivel», la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, y un coro lírico como el del Calderón, «que puede afrotnar esta exposición escénica».

El cantante José Bros se mete en el papel del rey Gustavo, un personaje «que se maneja en la tesitura más amplia de la voz de un tenor», ha explicado el propio intérprete, que ya se metió en su piel en su representación en la Ópera de Oviedo el pasado noviembre. Ha señalado también el cantante, que es la primera vez que actuará en Valladolid, que para él es «muy importante poder transmitir todas las emociones que van unidas al texto» de este «apasionante» libreto, entre las que incluyó «la intriga, el sentimiento de los celos y la rabia». Bros ha valorado también los cambios aportados por Judit Niklai, que ejerció de ayudante de dirección durante el estreno de este montaje en 2018 en la Ópera Estatal de Hungría. También lo ha hecho Damián del Castillo, que se meterá por primera vez en el papel de Renato en su estreno también en la escena vallisoletana.

Por su parte, Judit Niklai ha explicado que su intención ha sido mantener el «ambiente clásico» tanto en el escenario como en la escenografía pero hacer que la relación entre los personajes fuera «mucho más contemporánea. Viteri también se ha referido en este sentido a la «complejidad» de la escenografía, con ambientes muy distintos, aunque su resolución «es perfecta»: «Tiene mucho de pintura italiana tanto la luz como la escena», ha añadido.

Tanto Niklai como Viteri han destacado también la carrera contrarreloj tanto de los intérpretes como del personal técnico que han preparado en poco menos de mes lo que en otras ocasiones se realiza «en cinco o seis meses». La directora de la reposición ha apuntado además que «por su música y su grandiosidad» esta ópera «es un gran espectáculo» para iniciarse en el gusto por la ópera.

Sergio Domínguez, director de Calderón Lírico, ha destacado el protagonismo que tiene el coro en este montaje, «presente en todos los actos, aunque más en el primer y tercer acto» y ha apuntado la dificultad de lograr «ese empaste y coordinación» que se ha alcanzado con un coro amateur.

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