Cálculo

En política el cálculo es casi tan importante como en matemáticas. Tanto que muchas veces de un buen cálculo dependerá el éxito o el fracaso de las jugadas. Así por ejemplo, es evidente que Rivera calculó mal al decir, tras conocerse la sentencia de la Gürtel, que la legislatura estaba periclitada. Calculó mal porque la ansiedad por tocar pelo le hizo que creer que el camino más recto iba a ser también el más rápido, y no. Calculó bien, en cambio, Sánchez, o mejor dicho, quien quiera que le marque la línea estratégica a este exjugador de baloncesto. Calculó bien porque, si conseguía camelar a medio arco parlamentario para que le apoyaran en su asalto a la Moncloa, después tendría tiempo (el tiempo que le concedan sus socios actuales antes de darse cuenta del camelo) para hacer campaña electoral desde el gobierno y no desde la oposición. Por de pronto, la jugada le ha salido perfecta. Calculó mal, por su parte, Rajoy que, además de pensar que la locura de Sánchez no podría llegar a buen puerto, nunca ha acabado de entender que hay muchos partidos a los que el odio al PP les une mucho más que su propia ideología. Y hablando de Rajoy, habría que hacerle un monumento por haber sido el primer político de alto nivel que vuelve a trabajar de lo suyo después de abandonar la gestión pública. «Rara avis».

Y en Castilla y León cada cual también calcula sus posibilidades. Así, en el PP están pendientes de conocer a la sucesora en Génova para saber si habrá línea directa o teléfono estropeado de aquí en adelante. En el PSOE, Tudanca trata de calcular cuáles serán sus posibilidades con un partido que, ahora en el gobierno y sin ánimo de desgaste, ya ha empezado a arañar votos a un Podemos en horas bajas y casas altas. El cálculo de probabilidades podría mejorar bastante para los socialistas, además, si hicieran coincidir elecciones autonómicas y nacionales. Eso también está en sus cálculos. Por su parte, el ciudadano Fuentes se echa sus cuentas a ver si le dan los números para seguir al frente del proyecto naranja en Castilla y León. Él mismo debe de ser consciente de que el papel de mero comparsa jugado en esta legislatura no le va a ayudar mucho en sus pretensiones, y que en Ciudadanos CyL hay opciones mucho más preparadas y consistentes que la suya. Y por último, de entre los morados, Fernández hace sumas y restas a ver si el discurso de la casta y la demagogia del todo a cien dan para seguir explotando la veta y rindiendo réditos electorales.

Y así, de cálculo en cálculo, van pasando los días. Calculen ustedes.