Bicefalias y cefaleas

En las Cortes desde hace un tiempo sólo hay dos tipos de plenos: en los que algún procurador pide el cese del consejero de sanidad y en los que lo pide más de uno. Ayer fue de los segundos. Los primeros en hacerlo fueron el portavoz del PSOE y el de Podemos. La sanidad en esta tierra se va a terminar convirtiendo en un asunto crónico.

Tudanca le salió al paso a Herrera con las palabras del otro día pronunciadas por Mañueco sobre los recursos «desordenados» de la sanidad de Castilla y León. La bicefalia era esto. Ya no tanto un problema interno del PP, sino el resquicio para darle argumentos a la oposición. Y hay días que se van hilando solos estos apuntes… Concretamente en la intervención del procurador de la UPL, que no preguntó por la sanidad, pero sacó otro de esos temas que en esta tierra es tabú: el de la «y» entre Castilla y León. Esa que según el político que hable se cambia por un guion como hace el de Ciudadanos en ocasiones. No preguntó por la sanidad, pero si lo hizo por la despoblación que esa sí que es una enfermedad crónica. Si dirigió a Juan Vicente Herrera como «presidente de Castilla» como si los pueblos de por aquí tampoco se fueran quedando yertos entre silencios, muy quietos. Y Herrera le respondió que por ahí no, que si estaba en clave electoral él no se presta.

Y por ahí se entiende todo. Los partidos están ya todos en clave electoral con las elecciones a un año vista. Y el consejero de Sanidad en la cuerda floja desde hace demasiado tiempo. Mantiene el puesto precisamente porque al presidente Herrera las claves electorales ya le dan lo mismo. Al que le importan ahora en el PP es a Mañueco, que para algo quiere ser candidato en su partido. La bicefalia no es lo que salió del último congreso regional del PP. La bicefalia es lo que viene ahora mientras uno quiere hacer campaña y el otro justificar su labor en el gobierno de la Junta de Castilla y León.