Bajo el mismo techo

El techo de gasto es ese punto donde miran fijamente los políticos cuando se acerca la temporada de presupuestos, que es una temporada como la de setas o el verano. Los hombres, a partir de cierta edad, padecemos de ese complejo de «manitas» donde tenemos que decir que sabemos hacer de todo, aunque no se tenga ni puñetera idea. Lo mismo cambiarle las pilas al mando que hacer techos. Quizá a los políticos les ocurra igual. De ahí ese empeño del gobierno autonómico –obligaciones legales aparte– por el techo de gasto. Y el de la oposición en no apoyarlo; ya se sabe que el techo de uno es siempre mejor.

En Castilla y León, visto el pleno de ayer y lo que ocurrirá hoy, el Ejecutivo se ha tomado muy en serio esto del techo de gasto como ruta infranqueable hacia los presupuestos. Tanto que se aprobará. Un milagro predecible por otro lado. El gobierno de Juan Vicente Herrera cuando la cuestión se trata de llegar a un objetivo, y más a uno elevado como es el techo, ya ha perfeccionado la acrobacia de subirse a los hombros de Ciudadanos. Porque la política autonómica, a imagen de la nacional, se ha convertido en un espectáculo circense donde las actuaciones más complicadas las ejecuta el PP con la ayuda de Ciudadanos. Más que con la ayuda con la abstención, qué es igual.

Y hay en esta forma de actuar gran generosidad ­–por parte de los de Rivera–, como si se tratase de una pareja bien avenida. Una dadivosidad muy cómplice. El PP y Ciudadanos como Batman y Robin. Aunque más bien terminarán siendo como uno de esos dúos eternos de la televisión de siempre, un homenaje absurdo –qué es el mejor de los homenajes posibles– a Tip y Coll. O como la cuestión es hacer techos, Pepe Gotera y Otilio. Tantas vueltas por un techo, desde que se aprobó la ley orgánica de 2012, es algo abrumador. Ni que lo hubiera pintado Miguel Ángel. O Ibáñez, que esta estampa la habría captado mejor.

Ayer se discutió en el pleno de lo de siempre. Hoy se aprobará el techo de gasto como siempre. Al menos como viene siendo ya habitual, es decir con la abstención de Ciudadanos a cambio de nada. Después lo venderán los de Luis Fuentes como un éxito.

Lo importante es sacar adelante el techo. El techo muy bonito. Parafraseando a Delibes –y modificándolo después–, si el techo de gasto en Castilla es más alto es porque lo habrán levantado los políticos de tanto mirarlo.