Fernando Conde - Al pairo
De ausentes
«En su Burgos natal volvió a demostrar que, cuando se le toca la tecla 'on', se transforma en un auténtico 'killer' político y en un 'coach' de primer nivel»
El viernes en Burgos, durante la presentación de candidatos populares al Congreso y al Senado, pidió Herrera a los suyos que hasta el 20D expliquen, con mucha claridad, por qué a los castellano y leoneses nos conviene que Rajoy sea el próximo presidente. La pregunta es por qué no lo explica el propio interesado. La claridad solicitada por Herrera contrasta con la incomprensible ausencia de Rajoy en el único debate a cuatro que los españoles veremos por televisión. Excusaba una valiente Soraya Sáenz de Santamaría la espantá del aún presidente con el peregrino argumento de ser y funcionar como un equipo. Bien está que lo sean, pero también lo son el Real Madrid o la cuadrilla de Morante y, sin embargo, nadie entendería que en la final de la Champions, Ronaldo dejara su puesto a un suplente, o que en la corrida grande de San Isidro, en Las Ventas, Morante cediera los trastos a su sobresaliente, por buenos que sean los sustitutos. En los grandes partidos y en las grandes tardes hay que estar siempre, si se quiere seguir activo y altivo en el escalafón.
Y tampoco deja de tener su aquel que, como tantas veces en la última década y a pesar del vapuleo constante al que Madrid ha sometido al gobierno Herrera en esta legislatura (Montoro, Soria, Maillo...), de nuevo se eche mano de la figura y el argumento de autoridad de un Herrera –gran gestor y guía, en palabras de Feijóo–, que lleva meses en stand by. Lo cual no fue óbice para que en su Burgos volviera a demostrar una vez más que, cuando se le toca la tecla «on», se transforma en un auténtico «killer» político y en un «coach» de primer nivel. Quizá, quién sabe, como tal tenga mucho recorrido en ese futuro cercano del que tan elocuentemente hablan sus silencios, sus ausencias.