«Aunque las cifras dicen que será una catástrofe, no doy nada por perdido»
Sujetar un tejido empresarial «que no nos podemos permitir perder» por la pandemia e incentivar la demanda son los dos «problemas» a los que deberá enfrentarse los próximos meses, señala la directora general de Turismo, Estrella Torrecilla
Sale de su despacho en dirección a la sala de reuniones, donde va a tener lugar esta entrevista, después de resolver otro contratiempo derivado del Covid, en esta ocasión de la mano de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago, con la que ha puesto en marcha un servicio de autobús gratuito que permite a los peregrinos sortear la capital leonesa, actualmente confinado. La agilidad con la que ahora la administración debe tomar ésta u otras decisiones y la necesidad de reinventarse a golpe de Covid es uno de los escasos aspectos «positivos» que la directora general de Turismo, Estrella Torrecilla, saca de esta pandemia que, admite, está teniendo consecuencias «catastróficas» para el sector. Con él trabaja de la mano para hacer frente a dos problemas: sujetar el tejido empresarial e incentivar la demanda.
¿Cómo valora la campaña de turismo que acaba de finalizar?
Estamos muy contentos con ella si tenemos en cuenta un poquito los datos del turismo rural este verano. Hemos sido una de las seis comunidades en las que subió en julio el número de pernoctaciones y en agosto una de las tres, junto a Castilla La Mancha y Murcia, con lo cual los datos nos avalan esa campaña que iba a enfocada precisamente a reforzar el turismo rural pese a las circunstancias, porque ya sabíamos que no iba a ser un verano al uso.
¿Se han cumplido entonces las expectativas de la Junta?
Nunca se pueden cumplir, ni las de la Junta ni las de ninguna otra comunidad. No puedes pedir que haya una reducción tan radical con respecto a lo que veníamos trabajando otros años. El turismo rural se ha visto bien posicionado, pero el urbano ha sufrido mucho. Ha habido hoteles cerrados durante julio y agosto, tienen trabajadores en ERTE, nos llaman con situaciones dramáticas... Nos alegramos de que nuestro turismo rural siga teniendo ese peso a nivel nacional. Eso significa que es un producto muy consolidado ya, pero aún así lógicamente tenemos que pedir más.
«Esta pandemia nos está dando la lección de que las administraciones tenemos que ser más dinámicas»
Usted misma preveía en junio una gran campaña para el turismo de interior. ¿Pecó de optimismo o era el mensaje que tenía que trasladar?
Primero, siempre hay que lanzar un mensaje de optimismo. Si desde las propias administraciones estamos diciendo a la gente que esto va a ser un desastre, ¿qué garantías le estamos dando? Además, se genera un ambiente de pesimismo, y eso no ayuda, porque estamos hablando de un sector en el que la gente se tiene que mover. Luego, también los expertos nos auspiciaban un verano bueno en cuanto a cifras Covid, pero, claro, no pensábamos que íbamos a estar con un rebrote aquí, un confinamiento en el otro lado... No obstante, la gente ha salido en la medida en que el Covid nos ha dejado. Parte del sector ha podido hacer un poco caja para afrontar el otoño de la mejor manera posible, pero otra parte no, sobre todo el turismo urbano, gran damnificado de esta situación.
El turismo rural se queja de que ha sido un visitante muy de paso.
Eso ha ocurrido todos los veranos. Algunos eligen nuestro destino directamente para descansar, pero también es muy importante para la economía regional ese turista que baja y sube y para en Castilla y León. No vamos a infravalorar ni mucho menos a ese turista.
«Con estas incertidumbres de movimiento, es el momento de apostar por Castilla y León»
¿Cómo nos están afectando tanto el confinamiento de Madrid (con las incertidumbres de los últimos días) como los de León y Palencia?
El primer efecto ha sido este Puente del Pilar. Los datos que teníamos de las distintas provincias eran totalmente esperanzadores en cuanto a reservas, pero casi un 70 por ciento era de madrileños, así que su confinamiento ha supuesto un varapalo tremendo. Ahora mismo trabajar con estas incertidumbres es terrible tanto para la empresa como para la administración.
«El turismo urbano está siendo el gran damnificado. Queremos empezar una segunda parte de la campaña enfocada a él»
¿Dejan entonces las medidas sanitarias sin margen de actuación a su departamento?
No. Siempre he trabajado en el sector privado y para mí la administración tiene que ser muy parecida. Las empresas están intentando reinventarse para sortear el Covid y nosotros tenemos que hacerlo. Si el virus te impide hacer alguna acción, pues la replanteas, la haces en otro sitio, pero intentas seguir adelante.
Pero teniendo en cuenta la complicada situación sanitaria, ¿se puede decir que este año se ha perdido para el turismo de Castilla y León? ¿Se pueden cuantificar ya las pérdidas?
Todavía no las podemos cuantificar porque estamos a principios de octubre y espero que en los próximos tres meses se pueda hacer algo. Pero no sólo es complicado para Castilla y León, sino para España. El año pasado vinieron a nuestro país 82 millones de turistas internacionales y éste no vamos a hablar ni de la mitad. Autonomías como Canarias, Baleares o la Comunidad Valenciana, que viven un 85% del turista internacional, se han tenido que adaptar y ahí vamos a tener el problema de que a la tarta del turista nacional vamos a estar 17 comunidades. Hay una competencia que antes no había. Lógicamente, las cifras hablan de que va a ser una catástrofe sin paliativos a nivel internacional, no a nivel de Castilla y León, pero yo no doy nada por perdido.
«El 15 por ciento del PIB regional viene de las empresas turísticas. Perder un 50% de ellas sería catastrófico. No nos lo podemos permitir»
Esta pandemia está obligando, en general, a repensar el modelo turístico. ¿Cómo hacer que Castilla y León salga reforzada a largo plazo?
La recuperación de Castilla y León pasa primero por una recuperación de la crisis sanitaria y luego de una crisis económica que en el corto y medio plazo no va a ser fácil, pero tenemos que evolucionar para mantenernos como destino de interior de referencia. Sabemos que esa es una de nuestras fortalezas, que así nos valoran los turistas porque somos un destino de calidad y de excelencia, y que ahora esa excelencia va muy unida a la seguridad. Partimos de la base de que el turista internacional se vuelva a recuperar. Soy una ultradefensora del trabajo con Portugal y en estas circunstancias creo que mucho más. Incluso la estrategia de captar fondos europeos tiene que ir de la mano con Portugal. Nuestro trabajo se está posicionando en eso y el mantenimiento de las empresas y el tejido productivo. Casi un 11% del PIB regional viene de las empresas turísticas y perderse un 50% sería catastrófico. No nos lo podemos permitir.
¿Y se puede sacar algo bueno de esta situación?
Sí. De todos los aspectos negativos de la vida uno tiene que aprender. Nos está dando una lección de que las administraciones tenemos que ser más dinámicas. Tenemos que aprender a ayudar al sector de la manera más rápida y mejor posible. Otro aspecto positivo hace referencia a que el sector público y privado deben ir de la mano. Esa realidad es más urgente que nunca.