Educación
Aula híbrida: cuando el maestro «se cuela» en tu salón
El director de Posgrado de la UPSA, Francisco Álvarez, aboga por trasladar este modelo a ESO y Bachillerato
Clases a distancia, trabajos que se envían por correo electrónico o a través de plataformas informáticas, o videoconferencias que simulan una clase presencial. Todas estas fórmulas y otras muchas han venido a asistir al proceso de enseñanza-aprendizaje en tiempos de pandemia, cuando el Covid-19 llegó para trastocar el ritmo normal de la enseñanza. Profesores y alumnos se han ido adaptando a la situación, con mayor o menor fortuna, y surgen nuevas ideas para que esta enseñanza no se resienta. Es el caso de la propuesta que realiza el profesor Francisco José Álvarez García: el aula híbrida.
Este músico, compositor, profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) y director de Posgrado e Innovación Educativa de dicha Universidad salmantina aboga por que se traslade a las aulas de Educación Secundaria Obligatoria y a Bachillerato la experiencia que ya se ha implantado en la Pontificia, como es la retransmisión de una clase presencial al entorno online en tiempo real, de modo que los alumnos que tengan que permanecer en sus casas, bien por estar enfermos o bien por tener que guardar aislamiento, no se descuelguen del aprendizaje.
«Con una muy pequeña infraestructura, la clase presencial puede ser vista por el alumno que está en casa convaleciente o aislado», explica Álvarez, que asegura que «hemos atendido a lo que la sociedad está demandando en esta situación provocada por la pandemia».
La Universidad Pontificia de Salamanca puso en marcha este curso este modelo para toda la docencia oficial, grados y posgrados, de manera que el alumno puede decidir si asiste presencialmente a una clase o la sigue a distancia en su ordenador personal y desde casa. «Esto puede trasladarse, con adaptaciones a la Enseñanza Secundaria y a Bachillerato», comenta el profesor de la UPSA, aunque en esos niveles educativos la asistencia a clase es obligatoria, sólo podría justificarse en los casos señalados de una enfermedad o un aislamiento.
La metodología no cambia
Para ese traslado de la docencia presencial hasta la casa del alumno, apenas se requieren las necesarias conexiones a Internet en el centro y en el domicilio del estudiante y el beneficio es significativo: el alumno no pierde clase. Porque, según Álvarez García, «la metodología en el aula híbrida es la misma que en el sistema presencial, solo cambia que la clase es retransmitida para ser vista en casa por el alumno».
Álvarez García participó como ponente en la XVI Jornada de Profesores organizada por la Fundación Schola y que, a diferencia de otros años, este tuvo que celebrarse de forma online, con la asistencia de unos cien docentes. El profesor de la UPSA explicó a los maestros y profesores que siguieron la jornada cómo es el día a día de este sistema en su Universidad y las condiciones técnicas que deben reunirse para que se puedan retransmitir las clases: equipos, software necesario y algún que otro truco para que no se pierda la esencia de una clase presencial y que todos los estudiantes puedan captar los mensajes. Un ejemplo de clase híbrida: un alumno que está en la última fila del aula hace una pregunta, pero el único que tiene el micrófono para que le oigan los alumnos desde casa es el profesor. Estos no la oirán con claridad. Para que esto no suceda, el profesor debe repetir la pregunta del estudiante.
«Si esta pandemia, además, estará tiempo entre nosotros, tendremos que buscar soluciones para poder continuar la enseñanza», indica, pragmático, Álvarez. De hecho, en la UPSA «está funcionando muy bien esta aula híbrida», según este profesor. El 80% de los estudiantes acude de forma presencial a algunas de las clases, pero hay otras en las que es al revés, sólo el 20% las sigue de esta manera. La flexibilidad se impone.
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