Atilano Soto: «Ha habido una persecución»

El expresidente cree que la sentencia que absuelve a los directivos de la entidad en el caso de las prejubilaciones supone el retorno «a la verdad desnuda»

Atilano Soto llega a la segunda jornada de declaraciones en el juicio de las prejubilaciones de Caja Segovia, en una imagen de archivo ICAL

ABC

El expresidente de Caja Segovia, Atilano Soto, mostraba ayer en RTVCyL su satisfacción por una sentencia que «nos s libera de una causa» en la que «hemos sufrido una persecución tras una acusación temearia que nos ha dejado con una postración social muy importante durante un largo tiempo».

Mientras, en el fallo, la Audiencia de Segovia reitera lo señalado ya en autos anteriores en la fase de instrucción al recordar que ni se investigaban ni se enjuiciaban «comportamientos morales, sociales o deontológicamente reprochables, reservados para otros foros distintos al judicial».

El hecho de haber estado acusados de apropiación indebida y administración desleal ha sido, a su juicio, un «error de temeridad» en el que han incurrido tanto la acusación particular, que ejercía la Fundación Caja Segovia, como la popular, representada por IU, añadió en declaraciones a Efe.

Ha puesto de manifiesto la importancia de que después de siete años de instrucción esta situación se resolviera «cuanto antes», ya que estaba causando un perjuicio social a los seis acusados y a los cinco responsables a título lucrativo, una situación «muy dura de encajar», ha admitido. En su caso, ha tenido que recurrir al silencio para «encontrar la paz» y así aguantar con fortaleza una situación que, según ha indicado, no desea para «nadie».

En cuanto al plan de prejubilaciones de los exdirectivos, que superaba los 17 millones de euros, ha recordado que él no cobró «ni un suelo euro«.

También ha insistido en que era un proyecto «aceptable» que podía no haberlo sido si el consejo de administración o cualquiera de los organismos de control de la Caja o externos a la misma hubiesen puesto algún obstáculo, sin embargo, «no fue así porque no había ninguna razón», ha aseverado. En la misma línea, ha matizado que ni siquiera son una prejubilaciones «poco éticas» porque se aplicaron «exactamente los mismos criterios que para el resto del personal de la Caja», por lo que, en su opinión, no tiene sentido que se «vista de negro» y se «criminalice» a quienes cobraron unas prejubilaciones proporcionales a sus sueldos.

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