Salud&Sociedad
Asociación Down Burgos: 30 años marcando la diferencia
Los protagonistas cuentan en primera persona sus historias de superación y cómo
A Borja González Carpintero le gustan las cámaras y estaría encantado de volver a actuar, como hizo en la película «Viene una chica». Su novia, Patricia Varona, tiene en mente escribir un libro y ambos sueñan con un futuro juntos. Sus historias, además, tienen en común que ambos tienen Síndrome de Down lo que no les impide tener talento, ganas de trabajar y de demostrar sus capacidades.
Son dos de las treinta historias de talento y superación que han protogonizado el festival con el que la Asociación Síndrome Down de Burgos ha celebrado su trigésimo aniversario. Su gerente, Luis Mayoral, explica que para un acto conmemorativo de estas características la primera opción siempre son «conferencias de personas muy instruidas en la materia» pero ellos quisieron que no se hablara sobre quienes tienen Síndrome de Down sino que ellos mismos tomaran la palabra.
Dicho y hecho. La Casa del Cordón de Burgos se convirtió durante dos días en un escaparate de cómo se han ido rompiendo barreras y llegando a las aulas de la universidad, a los puestos de trabajo y e incluso a los escenarios con Síndrome de Down.
Borja y Patricia han sido protagonistas de este festival, contando su historia, pero también trabajando en la organización y cuidando que no falte nada para recibir a sus compañeros con Síndrome de Down de toda España. Desde León llegó la diseñadora Isabel García, desde Lleida el campeón mundial de natación, Tonet Ramírez o el escritor José Borrell Doz que llegó desde Huesca. Juntos hablaron de «emprendimiento y Síndrome de Down» porque, cada uno en su ámbito, va consiguiendo cumplir sus retos y objetivos.
Están incrementando su presencia en la sociedad y lo están haciendo también desde sus propias organizaciones a través del «liderazgo social» al que se dedicó otra de las mesas redondas en la que participaron, entre otros, María del Mar Calcerán, presidenta de la asociación Down de Valencia o Ruth Ramos de Vigo y miembro de la Junta directiva de Down España.
Cada uno tiene su historia y ha tenido que superar distintas dificultades para llegar donde están y para seguir subiendo peldaños y avanzando día a día. También para demostrar que son capaces de hacer cosas que muchos les dijeron que no llegarían a conseguir.
A Blanca San Segundo, universitaria valenciana, le decían de pequeña que no servía para estudiar. Ahora está en la universidad, en el tercer curso de Terapia Ocupacional, y trabaja como profesora de apoyo en una escuela infantil inclusiva donde, entre otras cosas, nunca le dirá a un niño con discapacidad lo que puede y no puede hacer. Y de fondo, resuena en el festival la música de personas con síndrome de Down como el cantaor Manuel Romero, «Manolo de Santa Cruz», que se presenta con su primer disco bajo el brazo, «Voluntad hecha voz».
Y esa ha sido precisamente la filosofía de este festival conmemorativo del trigésimo aniversario de la Asociación Down Burgos. Dar voz a los protagonistas para que cuenten sus historias, sus trayectorias y sus sueños.
Todo con el orgullo de mostrar el talento de las personas con Síndrome de Down pero con los pies en el suelo, como señala el gerente burgalés, Luis Mayoral. «No pensemos que todos van a llegar a estos niveles, esto es una muestra de que estas personas con ayuda de sus mentores y sus padres pueden llegar a hacer cosas de alto interés», afirma.
30 aniversario
Y es que la asociación de Burgos lleva treinta años trabajando con personas con Síndrome de Down. En la actualidad tienen tres centros de atención para niños y jóvenes, concertado específico y uno de promoción de la autonomía personal para adultos. En total se atiende a 182 personas con Síndrome de Down con una plantilla de 22 profesionales.
Con este festival se han celebrado tres décadas de trabajo reivindicando sus derechos, su formación y la inserción al mercado laboral de las personas con Síndrome de Down. Se ha avanzado mucho pero es un camino en el que «todavía queda mucho que recorrer», señala Mayoral quien apuesta, por ejemplo, por duplicar del 5 al 10 por ciento el número de afectados que tiene un puesto de trabajo.